Es desde el pasado julio el 'candidato de consenso', el que asumió el reto de tomar las riendas de un partido entonces presidido por un gran referente moral para el Partido Popular: María San Gil. Antonio Basagoiti (Bilbao, 1969) dice que ha llegado para quedarse. Con dos condiciones. Una, que sus compañeros quieran y dos, que él tenga ganas. De momento, tiene para rato. Pese a las encuestas.

¿Cómo les sentó la encuesta del CIS en la que perdían de dos a tres escaños?

Nos pareció normal. Hace cuatro años tuvimos 15 y nos daba nueve. El voto oculto en el País Vasco es muy del PP porque la gente no quiere decir a qué vota. Sabemos que estamos mejor valorados que hace unos meses. Sabemos que vamos para arriba.

No se cansa de repetir que Euskadi necesita un cambio. ¿Sólo por ello apoyarían al PSE?

El PSE no es un cambio. Habiendo votado los cuatro presupuestos de Ibarretxe, habiéndole aprobado las leyes, habiéndole regalado Álava, creo que el cambio somos nosotros. Yo sí aceptaría los votos del partido socialista para ser lehendakari.

Ha retado a López a firmar ante notario que no apoyará a los nacionalistas. ¿Se está preparando el terreno para un posible pacto?

Estoy preparando a la ciudadanía, que se puede ver engañada porque a lo mejor cree, gracias al marketing, que López es el cambio. ¿Por qué no sería un cambio un gobierno del PNV con el Partido Socialista? Porque con el PNV en el Gobierno no se pueden cambiar aspectos fundamentales como educación, cultura, interior o la economía y con EA o con Aralar, tampoco. Las campañas son para que hagamos propuestas y digamos cómo lo vamos a hacer. Aquí hace falta que nos diga Ibarretxe si va a recuperar su plan y López si se va a ir con el PNV. Yo, con ellos no me voy a ir.

¿Con quién, con los nacionalistas?

Exacto. Con el PNV, no.

¿Y con el PSE?

Yo lo que quiero es que el PSE venga conmigo.

Ha dicho 'Yo sería capaz de entenderme con el PSE'. ¿Cómo?

Ellos están por la labor de entenderse con el nacionalismo. Yo sería capaz de entenderme con el PSE porque aparcaría algunas de las cosas en las que podemos tener discrepancia, por ejemplo, la política que tiene que ver con algún aspecto relacionado con medio ambiente. Sería capaz de entenderme porque no soy sectario. Ibarretxe sólo ha mirado por los nacionalistas, el PSOE sólo ha mirado por los del PNV.

Pero siempre con usted como lehendakari

Pero no porque sea yo y si no no juego, sino porque yo sí que tengo claro el cambio y el partido socialista no dice lo que quiere hacer.

¿Qué paso tienen que dar los socialistas para que los consideren de fiar?

Decir si van a gobernar con nacionalistas, decir qué política van a hacer en educación o en cultura o en interior.

¿Sigue pensando en reclamar al PSE Educación, Interior y Cultura para un posible acuerdo? Lo dijo hace casi un mes.

Era una táctica para centrar el debate, para demostrar hasta qué punto el partido socialista quería una alternativa. Ellos no han planteado ninguna alternativa en estos asuntos y ellos han dicho que no gobernarían con el PP. No quieren al PP porque tienen mucho complejo ante el nacionalismo y porque les interesa más el PNV, que le viene bien a Zapatero. A mí no me quieren, pero a lo mejor me quieren por el interés, porque yo tenga muchos escaños.

Se ha comprometido a acabar con ETA. ¿Cómo? ¿Qué se ha hecho mal?

El PNV no ha tenido la prioridad de derrotar al terrorismo. No digo que no quiera, pero ellos quieren negociar, ellos quieren ceder alguna cosa para ver si ETA les perdona o nos perdona vida. Esa política no ha funcionado. La mía es la de la derrota, que sepan que gobierne quien gobierne nadie les va a dar nada y empiecen a reflexionar sobre que lo suyo no lleva a ningún sitio. Si eso lo acompañamos de una política de deslegitimación del terrorismo desde los medios públicos, desde las instituciones y además de mayor eficacia en la lucha antiterrorista por parte de la policía autonóma vasca, no por culpa de los agentes, sino de sus jefes políticos, yo creo que a ETA se le dará puntilla.

¿Cómo valora el apoyo que está recibiendo de su partido?

Muy positivo. El éxito del PP es que somos un partido nacional y un partido local. Mi parte es fortalecer lo local; su parte, ayudarme en lo nacional. Y eso le viene bien a la campaña y ayuda además a romper una estrategia de campaña falsa montada en la polarización entre un PNV y un PSE cuando esto es un País Vasco muy plural. Me ayuda en las formas y en el fondo.

Se confesó harto de la supuesta trama de espionaje desatada en Madrid. ¿Creen que ésto, sumado a la operación Gürtel, les va a pasar factura?

Bien no vendrá. Pero me da más asco, me preocupa más que los votos, el que pueda haber cuatro o cinco personas que han utilizado el nombre del PP o que han podido meter la mano en el entorno del PP cuando somos un partido de 700.000 personas honradas, cuando aquí los concejales se juegan la vida por sus ideales.

¿Cuánto se juega Rajoy en estas elecciones y en las gallegas?

No sé lo que se juega Rajoy en estas elecciones, pero ese no es mi cometido. Mi cometido es el de que en el País Vasco podamos vivir mejor y tengamos más libertad y podamos hacer frente a la crisis. Son mucho más importantes los valores que estamos defendiendo en el País Vasco que las corrientes o preferencias. Yo estoy con Rajoy, como está la inmensa mayoría del partido, pero mi cabeza no está puesta en los líos de Madrid, sino en los problemas del País Vasco.

¿Es difícil suceder a María San Gil?

Sí, porque es una persona que es un gran referente, que ha defendido las cosas de manera excelente. Pero yo soy de otra manera, yo voy a lo mío, yo voy a vender mi libro y mi libro es que cada vez más vascos confíen en lo que les plantea el PP, por tanto es para mí un acicate y un honor más que menoscabo.

¿Han hablado con ella?

Sí, pero mientras ella quiera seguir estando al margen de la vida política, creo que no debo hablar de ella.

¿Qué opinión le merece que desde ciertos sectores del PP se esté reclamando la presencia de Aznar?

La gente puede defender lo que le dé la gana. Pero el futuro nunca pasa por el pasado.

¿Y Rato?

Lo mismo. Aunque creo que es el mejor, el que más ha hecho por la economía. Pero el PP tiene que mirar adelante conociendo su pasado y aprovechando todos los valores que tenga.

¿Qué le falta al PP nacional?

Le falta darse cuenta que son mucho más importantes los problemas de España que los camarillas de poder.

¿Es difícil ser del PP en el País Vasco? ¿Lo entienden sus compañeros?

Sí. Estamos hechos a superar todas las dificultades, estamos comprometidos con unas vocaciones tan fuertes que no estamos para rollos ni para otro tipo de cosas. Tengo la ventaja de que en el País Vasco toda la gente que tengo es vocacional, porque no se gana dinero, sino escoltas o riesgos.