BADALONA.- Conscientes de que la actitud que adopten tras las elecciones puede resultar decisiva en momentos clave del futuro inmediato, los dirigentes de la Candidatura d'Unitat Popular (CUP) han aprovechado las últimas horas de su campaña para mantener la movilización de los suyos. "El pueblo catalán devuelve los golpes recibidos durante la crisis y este domingo lo haremos voto a voto, por los siete años de humillación", ha dicho el periodista Antonio Baños, que encabeza la lista por Barcelona.

"Venimos de un clamor. Nuestro pueblo se rebela contra la indignidad, contra quienes le quieren dividir", ha dicho una y otra vez, al tiempo que lanzaba duras críticas, en su tono aparentemente desenfadado y como quien no quiere la cosa, contra el resto de formaciones. Al presidente de la Generalitat le ha dedicado un directo "la independencia no lleva su nombre, señor Mas", pero también ha dirigido pullas a los dirigentes de Podemos, de ICV, del PSC y, por supuesto, del PP.

Poco antes, la número dos de la candidatura, Anna Gabriel, ha proclamado que el independentismo no tiene miedo, ha arremetido contra los que presentan a la CUP como un posible problema para la independencia y ha asegurado que su compromiso va más allá del 27-S. "Votaremos por la independencia, pero también contra la pobreza y el hambre", "para que la luz, el techo y el pan sean considerados derechos fundamentales"

"No reconocemos ningún tipo de autoridad al Estado español". Con estas palabras y en un breve discurso, David Fernández se ha dirigido también a sus seguidores durante los últimos minutos de la campaña electoral de la fuerza política que ha representado hasta ahora en el Parlament. "Tenemos en nuestras manos la posibilidad de hacer caer el régimen", les ha asegurado, y ha insistido en una idea muy repetida a lo largo de la campaña: "No renunciamos a nada. Lo queremos todo".

Fernández había dado paso poco antes al catedrático de Ciencia Política Ramón Cotarelo, que a propósito del día de reflexión, se ha extendido sobre la idea de que llevan "muchos años reflexionando, esperando que el tren de la historia" pasara por sus vidas. "Ahora el tren está aquí y estamos subidos encima".

Baños: "La independencia no lleva su nombre, señor Mas"

"Si obtenemos la mayoría en escaños habremos ganado la partida, pero si ganamos en votos será señal de que hemos reventado la banca", Con este simil de casino, Albert Botran, número cinco en la lista de la CUP-Crida Constituent, ha intentado dar respuesta a quienes preguntan por lo que los independentistas consideran condiciones mínimas para la ruptura con el Estado español.

Ante unas cuatro mil personas, Gabriela Serra, militante de toda la vida de la izquierda revolucionaria y activista permanente del movimiento pacifista, había marcado el punto de arranque del mitin de final de campaña de la CUP vestida con un mono azul, como "símbolo de identidad de la clase obrera", para poner de manifiesto con este concepto, para muchos en desuso, que lo conseguido en los barrios populares "no fue regalado" y que "tarde o temprano las instituciones catalanas estarán al servicio" de la gente trabajadora.

José Téllez, concejal en el ayuntamiento de Badalona, ha calificado su ciudad como capital de la unidad popular, ha lamentado las etiquetas que algunos han puesto a sus habitantes, entre ellos la de racistas y ha reivindicado la catalanidad "de pura cepa" de quienes tienen a todos sus padres y abuelos nacidos fuera de Catalunya.

Albert Botran: "Si obtenemos la mayoría en escaños habremos ganado la partida, pero si ganamos en votos será señal de que hemos reventado la banca"

El abogado Benet Salellas y la hasta ahora diputada Isabel Vallet han tomado el hilo argumental de la memoria para reivindicar cambios en el poder judicial y en el marco legislativo, para "recuperar derechos perdidos". Vallet ha clamado contra "el expolio social", contra las privatizaciones de infraestructuras, por valor inferior al de su coste y después de haber enjuagado sus deudas, y ha acusado a Convergència y ERC de complicidad con estas operaciones.

La CUP ha cerrado así su campaña en un anfiteatro, al aire libre, en Llefià, un barrio obrero de Badalona. Es la ciudad que tiene por alcaldesa a Dolors Sabater, la mujer que, al frente de una candidatura del cambio, arrebató el gobierno municipal a Xavier García Albiol, un político que se ha significado por sus actitudes xenófobas y que el PP presenta ahora como candidato a la presidencia de la Generalitat.