Diego Rubio, el nuevo jefe de gabinete de Pedro Sánchez en sustitución de Óscar López, es un desconocido para la ciudadanía, pero en Moncloa le conocen muy bien. Y le tienen en gran estima, a tenor de las palabras pronunciadas por el presidente del Gobierno en su  declaración institucional. Sánchez hizo la mejor presentación posible de Rubio: "Licenciado con el mejor expediente académico del país, obteniendo el Premio Nacional de Excelencia Académica, [...] ahora aportará su integridad, su rigor técnico y su visión transversal como director de Gabinete de la Presidencia del Gobierno para seguir preparando a España en el futuro que viene".

Extremeño de 38 años, Rubio entró a trabajar en el Gabinete de la Presidencia del Gobierno en 2019. En estos cinco años se ha ganado una reputada fama como un fino estratega político. Sánchez confía plenamente en él y en su visión estratégica, cuentan los periodistas que cubren la información del Gobierno. 

Rubio ejercía hasta este mismo miércoles como secretario general de Políticas Públicas, Asuntos Europeos y Prospectiva Estratégica, puesto desde donde ha asesorado a Sánchez en el diseño y coordinación de políticas públicas nacionales y comunitarias.

Antes, entre 2020 y 2023, Rubio fue director de la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia de País. Desde esa oficina se creó el documento España 2050, una batería de medidas para los próximos 30 años que incluyen jornada laboral de 35 horas, un incentivo para la inmigración, cambios en la tributación del IRPF, retraso en la edad de jubilación y energías verdes para buscar la neutralidad climática.

Rubio ha pasado de ser un asesor en la sombra a ser el jefe de gabinete de Sánchez, pese a que de entrada su perfil era más académico que político. Es licenciado en Historia por la Universidad Autónoma de Barcelona, distinguido con diversos galardones, y cuenta con una amplia formación académica en prestigiosas universidades de todo el mundo como Columbia, Oxford y La Sorbona, además de haber ejercido como asesor de organismos internacionales como la ONU, la Comisión Europea y la Secretaría General Iberoamericana (Segib).

Ese currículum tan extenso y tan brillante impresionó a Sánchez desde el principio: según cuenta el diario El País Sánchez y Rubio se conocieron hace ya algunos años, antes incluso de que Sánchez llegara a Moncloa. 

En Moncloa tienen muchas esperanzas en él. Es posible que el nombramiento de Rubio traiga cambios tanto en la forma de trabajar como a la hora de enfocar los asuntos. Casi nadie duda de que Rubio incorporará a su equipo perfiles similares al suyo: personas jóvenes e independientes y con una solida formación académica. En ese sentido, Rubio simboliza los nuevos aires con los que Sánchez quiere ventilar Moncloa.