Los partidos políticos ponen en marcha —aún más— la máquina electoral y se preparan para un ciclo electoral que arranca con las elecciones autonómicas del próximo mayo y culmina, si no hay ningún contratiempo o giro de última hora, con los comicios generales a finales de 2023.

El Gobierno tiene sobre la mesa varias tareas pendientes. Entre ellas, la reforma de la ley mordaza (cuyo retraso cumple casi dos años), la nueva legislación por el derecho a la vivienda y las leyes del aborto y trans. Irene Montero aseguró que prevé sacar adelante estas dos últimas normas antes de que finalice este año.

Después de varios fracasos electorales de las formaciones del Ejecutivo (Madrid, Castilla y León y Andalucía), el presidente Pedro Sánchez ha lanzado sus primeros mensajes en clave electoral en un claro intento de girar a la izquierda, con el objetivo de volver a tomar el pulso a la calle. Aseguró que el Gobierno es "incómodo para algunos poderes y sus terminales mediáticas" y que existen "señores con puros que tratan de caricaturizar el proyecto político" señalando que Sánchez está "por un interés personal". 

A esas palabras se suma la participación de Sánchez en 30 actos que se celebrarán durante los próximos cuatro meses. La intención de estos encuentros es reivindicar la acción del Gobierno de coalición y buscar un cambio de tendencia en las encuestas. Un proyecto que pasa por desvincularse de la imagen distanciada de la ciudadanía. Esta campaña, bajo el nombre "El Gobierno de la Gente", arrancará el 3 de septiembre en Sevilla. Esta agenda coincide con las actividades que se realizarán el 28 de octubre para celebrar el 40º aniversario de la primera victoria de Felipe González.

Podemos y Sumar, un largo camino por delante

Mientras, el espacio a la izquierda del PSOE sigue sin definirse y aún se desconoce cómo se concretará en las próximas elecciones generales. Por el momento, Yolanda Díaz  recupera la actividad de su plataforma política, Sumar, para continuar con "el proceso de escucha". La vicepresidenta ha garantizado que, si por ella fuera y "sin saber en qué va a acabar" su proyecto político, "el señor Feijóo no llegará a la Moncloa en 2023". 

En paralelo, Podemos hace referencia a Sumar como un "aliado electoral" y rechaza integrarse en una hipotética candidatura de Díaz. En su lugar, los dirigentes del partido morado están pensando en una coalición electoral negociada bilateralmente con el entorno de la vicepresidenta segunda.

Pero la también ministra de Trabajo no parece alinearse con ningún partido político y busca sostener vínculos con los movimientos sociales y los sindicatos. Revelador de esto ha sido cómo ha reforzado su discurso en apoyo a las organizaciones sindicales, a las que ha trasladado su respaldo en caso de que organicen manifestaciones "contra la patronal" por rechazar las negociaciones para subir los salarios.

Feijóo, en busca de confrontar directamente con Sánchez

Alberto Núñez Feijóo comienza a perder la frescura que le acompañaba tras hacerse con el liderazgo del Partido Popular y trata de configurar una imagen de oposición directa a Pedro Sánchez. Una estrategia que se materializa en su última propuesta de debatir con el presidente del Gobierno en el Senado para abordar los problemas de España. 

El presidente del PP ha asegurado que hacen "propuestas en seguridad nacional, en defensa, sobre inflación y en materia energética". Al mismo tiempo se oponen a la agenda legislativa del Ejecutivo de coalición. Sin ir más lejos han votado en contra de la ley del 'solo sí es sí' y del decreto de ahorro energético. Esta constante estrategia de votar en contra de medidas sustantivas del Gobierno se asemeja al tipo de oposición que desplegaba Pablo Casado.

Por otra parte, está la convivencia entre Feijóo e Isabel Díaz Ayuso, con unas formas discursivas distanciadas, cuyo objetivo es alcanzar el apoyo tanto de los votantes moderados como de los más radicales. Por ello, él hace referencias permanentes a "bajar la crispación y la tensión" y ella aboga por una firme posición no solo en contra de Sánchez, también de las políticas "feministas, ecologistas y socialistas" impulsadas desde el Consejo de Ministros.

Vox y Ciudadanos, en la misma línea

Entretanto, Vox continúa en su línea de situarse en contra de todo lo que proponga el bloque progresista en el Congreso de los Diputados. Han votado 'no' al plan de ahorro energético, a la ley de garantía integral de la libertad sexual y del nuevo sistema de cotización de los autónomos. 

Ciudadanos se prepara para los próximos comicios y aborda un proceso de refundación que aún no se ha concretado. En el camino, está por ver si hay un cambio en la imagen —ya han comenzaron a explotar la etiqueta de "liberales"— y de liderazgo, como piden algunas voces dentro del partido. Ignacio Aguado abandonó sus cargos de la formación y criticó a la actual cúpula de Inés Arrimadas por llevar a cabo "una gestión nefasta" y acometer "una huida hacia delante".