Pere Aragonès ha cerrado este martes su etapa como president del Govern desde la emblemática Sala Gótica del Palau de la Generalitat, y lo ha hecho reivindicando los acuerdos conseguidos en los últimos años, como el reciente en materia de financiación. Según ha dicho, representan el "avance más importante en soberanía desde la recuperación de la Generalitat después del franquismo".

Aragonès ha comparecido tras la reunión del Consell Executiu que, como ha señalado, será la última de la legislatura dado que la fecha para un eventual debate de investidura podría fijarse ya este martes. Tras expresar el enorme "honor" que ha sido presidir Catalunya y trabajar para dejar un país más "justo" y "próspero", ha hecho un balance de la legislatura, marcada por la negociación con el Gobierno español. "Se ha profundizado en el diálogo para abordar el conflicto político con el Estado y para dejar atrás la represión", ha aseverado.

Según Aragonès, los indultos, la derogación del delito de sedición y la amnistía son el exitoso resultado de todas las conversaciones y el reconocimiento de la apuesta represiva del Estado. La ley de amnistía, dice, tiene "enemigos poderosos" que quieren boicotearla, pero lucharán por su completa implementación.

En relación con la demanda de Junts de suspender el pleno de investidura si Carles Puigdemont vuelve a Catalunya y es detenido, Aragonès ha esquivado la cuestión y ha reiterado la voluntad de defender un retorno "con plena libertad". Asimismo, ha subrayado que la decisión del líder de Junts es suya y que no puede "intervenir". "Las leyes deben cumplirse, también por parte del Tribunal Supremo, y eso es lo que defenderemos", ha añadido.

Una legislatura marcada por la negociación con el Estado

Aragonès ha enaltecido todos los acuerdos con el Estado, desde el impulso del catalán, el traspaso de Rodalies y la asunción de la gestión del Ingreso Mínimo Vital (IMV). Lo más relevante −ha apuntado− ha sido el pacto vinculado a la soberanía fiscal de Catalunya, ya que ha sido el "avance más importante" desde 1977. El presidente en funciones ha dicho que "habrá obstáculos", pero que el Govern siempre ha tomado "las decisiones que permitían que el país ganara".

La comparecencia ha durado escasamente media hora y, sabiendo que estaba expresando un "balance superficial", Aragonès ha destacado los acuerdos para la recuperación de los servicios públicos y la mejora de las condiciones de sus profesionales. De hecho, está convencido de que esta ha sido la legislatura de la "recuperación del estado del bienestar", no solo respecto a la Covid, sino también en cuanto a los recortes que se establecieron durante la crisis económica.

"Hemos superado una pandemia, una sequía y tenemos una tasa de desempleo más baja. Hay mucho trabajo por hacer, pero ahora Catalunya tiene más instrumentos para hacerlo. Termino la presidencia con una caja de herramientas más llena, con más recursos y ámbitos de poder", ha sentenciado.