El divorcio entre Anticapitalistas y Podemos se daba por hecho, si bien este jueves ha adquirido por fin carácter oficial, oficializándose la ruptura de una relación de 6 años, que comenzó con el nacimiento del partido de Pablo Iglesias. Anticapitalistas jugó entonces un papel clave, si bien en la última etapa, en particular en el último año, ha quedado desdibujada.

Las bases de la formación de Teresa Rodríguez y Miguel Urbán han ratificado su decisión de abandonar Podemos, con un 89% de votos a favor, un 7,5% de abstenciones y sólo un 3% en contra, según un comunicado remitido por Anticapitalistas este jueves.

La votación, en la que participó el 79% de la militancia, concluyó el pasado 28 de marzo, si bien la formación decidió esperar para hacerla pública, dado el enorme impacto del coronavirus: "Prestar atención a la pandemia del COVID-19 que golpea con fuerza al país y que afecta fundamentalmente a los sectores más vulnerables de las clases populares ha sido nuestra prioridad", reza el texto. 

El día escogido, además, es el inmediatamente anterior al arranque de las votaciones de la nueva dirección de Podemos, entre el 15 y el 21 de mayo, en el marco de su Tercera Asamblea Ciudadana Estatal, inicialmente prevista hace dos meses y pospuesta a causa de la pandemia. 

Precisamente, y mientras Anticapitalistas afirma que celebrará una conferencia política para aclarar el rumbo a seguir en "la nueva etapa", "cuando la situación socio-sanitaria lo permita", también se sirve de este comunicado para sintetizar sus críticas a la dirección del partido morado. 

"Por desgracia, Podemos no es a día de hoy la organización que aspirábamos a construir en un principio: el modelo organizativo y el régimen interno basado en centralizar poderes y decisiones en un pequeño grupo de personas vinculados a los cargos públicos y a la secretaria general deja poco espacio para el trabajo colectivo pluralista. Desde luego, es un modelo que no se ha mostrado en absoluto eficaz para avanzar en el terreno social: la organización militante y la fuerza por abajo que tuvo Podemos en su momento se ha diluido, desorganizado y evaporado con este modelo, sin que esto se haya traducido, como pretendieron justificar, en una mejora de los resultados electorales", reza el texto. 

Además, critica que Podemos haya renunciado a mantener su esencia de movimiento político "contra las normas económicas y políticas del sistema". "Es obvio que la estrategia ha cambiado. Para Podemos, lo "posible" se ha ido reduciendo progresivamente durante estos años: desde nuestro punto de vista, la tarea sigue siendo hacer posible lo necesario. La culminación de esta deriva es la estrategia de co-gobernar con el PSOE", abundan.

Consideran que el partido morado "se subordina en el corto plazo a la lógica del mal menor, aceptando renunciar a sus políticas a cambio de una influencia escasa y no decisiva en el consejo de ministras. Pese a la propaganda gubernamental, las políticas de la coalición no rompen con el marco económico ortodoxo, no apuestan por la redistribución de la riqueza, por reforzar radicalmente lo público y por desobedecer a las instituciones neoliberales."

También resaltan que seguirán combatiendo a la extrema derecha, advierten de la profundidad de la crisis ocasionada por la pandemia, y avanzan que volverán a encontrarse en "luchas comunes" con "la gente de Podemos". 

 "Como co-fundadores de esta organización, ha sido una experiencia colectiva llena de interés y que formará siempre parte de nuestra historia, así como de la historia de Podemos". "Nuestra apuesta por construir un movimiento anticapitalista abierto a todo tipo de luchas y experiencias nos permite mirar al futuro de forma abierta y no hay duda de que nos encontraremos en muchas luchas comunes con la gente de Podemos", zanja el texto.