El puerto de Sagunto volverá a abrir sus puertas a uno de los "barcos de la muerte" saudíes. El Bahri Abha, uno de los buques empleados por la dictadura de Salmán bin Abdulaziz para el transporte de armamento, se dirige hacia esa terminal marítima valenciana, donde tiene previsto atracar el próximo domingo antes del amanecer.

La nueva visita de uno de estos barcos, denunciada por el activista Luis Arbide, ha despertado la alarma en Amnistía Internacional (AI), que se ha dirigido por escrito al Gobierno para pedirle, una vez más, que impida que el Bahri Abha realice una carga de armamento en Sagunto.

En una carta remitida a los ministerios de Hacienda, Comercio y Transporte y a la Delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, la organización de derechos humanos reclama información respecto a si el buque tiene previsto cargar material de defensa durante su escala en Sagunto. En ese caso, ha pedido datos acerca del destino, uso y usuario final de ese material.

"Hemos pedido al Gobierno información sobre si el barco va a cargar armas en Sagunto y, en ese caso, que no autorice el tránsito de este barco ni la eventual carga de armas en Sagunto debido al riesgo sustancial de que se utilicen para cometer o facilitar la comisión de crímenes de derecho internacional en Yemen por parte de la coalición encabezada por Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos", afirma a Público Alberto Estévez, portavoz sobre comercio de armas en AI. 

No es la primera vez que Amnistía se dirige al Gobierno con una solicitud de estas características. Hasta ahora, el Ejecutivo se ha negado a dar ese tipo de información en torno a las escalas de los barcos de la muerte saudíes en puertos españoles. Las actividades de estos buques suelen estar protegidas por un alto grado de hermetismo.  

Solo en una ocasión el Ejecutivo accedió a aportar algo de claridad al respecto: en una respuesta parlamentaria enviada al diputado de EH Bildu Jon Iñarritu en noviembre de 2021, el Gobierno señaló que el barco Bahri Jeddah –otro de los miembros de la flota saudí dedicado al transporte de armamento– había atracado el 21 de octubre de ese año en Sagunto para cargar "dos contenedores con cartuchos no metálicos y dos contenedores de cohetes con carga explosiva". 

Gran negocio

Las visitas de los barcos de Bahri obedecen a los millonarios negocios armamentísticos existentes con la dictadura saudí: desde que el régimen de Salmán bin Abdulaziz emprendiese los ataques en suelo yemení en marzo de 2015, la industria militar española ha realizado un gran número de exportaciones de armamento a esa monarquía absolutista.

Los acuerdos armamentísticos gozan del mismo secretismo que las visitas de los barcos de la muerte: el Gobierno se aferra habitualmente a un decreto aprobado por el Ejecutivo de Felipe González en 1987 que garantiza absoluta confidencialidad en torno al contenido de las autorizaciones de exportación de material militar. La Ley de Secretos Oficiales de la dictadura franquista, aún en vigor, juega desde entonces un papel clave para mantener ese muro de opacidad.