2023 es año electoral. Pero es también el año en el que España asume por quinta vez en su historia la presidencia de turno de la Unión Europea. Lo hará en el segundo semestre, a partir del mes de julio. En Moncloa tienen marcado en rojo esta cita. Le otorgan una importancia máxima por el perfil de liderazgo internacional del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El líder del Ejecutivo trabaja ya para que su mandato sea un éxito. Uno de los primeros pasos comienza este jueves, con un viaje de dos días a Austria, Croacia y Eslovenia. 

Sánchez se reunirá en Viena, Zagreb y Liubliana con los jefes de Gobierno de estos tres países de la UE. Es decir Karl Nehammer, Andrej Plenkovic y Robert Golob, respectivamente. El objetivo del viaje, según destacan fuentes gubernamentales, no es firmar ningún acuerdo concreto sino precisamente allanar el terreno de cara a futuros asuntos a tratar en la presidencia española del segundo semestre. Es decir, escuchar o intercambiar posiciones de primera mano con otros países de la UE. 

Moncloa pretende que Sánchez visite antes de julio aproximadamente unos 15 países europeos. Tendrá así el presidente que compatibilizar la campaña y precampaña electoral con este tipo de mini giras. La siguiente, según ha confirmado ya el Ejecutivo, será por Irlanda, Dinamarca y Finlandia. El grueso de las visitas será en marzo y abril, también en junio, dependiendo de los encajes de agenda. 

Las metas que se marca Sánchez para este periodo son desencallar el mayor número de acuerdos durante el segundo semestre. Según destacan en Moncloa, el país que preside tiene que perseguir esos acuerdos y donde haya controversias entre varios Estados intentar llegar a un consenso. Es una posición con la que el presidente del Gobierno se siente cómodo. 

Entre los principales temas y prioridades que persigue Sánchez en este periodo destaca principalmente la relación con América Latina. Lo ha destacado públicamente el propio presidente en varias ocasiones. Está pendiente la firma de un acuerdo comercial entre la UE y el Mercosur, así como otros convenios directos con México y Chile.

En Moncloa trabajarán para potenciar las relaciones con el continente y ya consideran un éxito muy relevante la celebración de una cumbre de los principales líderes latinoamericanos y europeos prevista para el mes de julio en Bruselas. La cita ha sido promovida por el Gobierno de Sánchez. 

Otro de los temas en los que incidirá mucho el Ejecutivo será la energía y, por consiguiente el medio ambiente, la transición ecológica y el cambio climático. La reforma del mercado eléctrico ha sido uno de los debate principales que ha encabezado Sánchez tras lograr la exitosa "excepción ibérica" en alianza con Portugal. También se considera una victoria el proyecto del corredor de hidrógeno H2Med, conjunto con Francia tras un acuerdo con Emmanuel Macron. Alemania también se ha unido a la iniciativa. 

Avanzar en una autonomía estratégica de la UE es otro de los empeños de Sánchez. Especialmente ha puesto encima de la mesa esta necesidad con el estallido de la pandemia. Hace escasos días el presidente intervino precisamente en un acto específico sobre este asunto. En él apuntó una serie de iniciativas que se impulsarán desde la presidencia española en el segundo semestre. Por ejemplo, un proyecto intergubernamental de investigación para analizar cuáles son las principales vulnerabilidades estratégicas de la UE en cuatro áreas claves: energía, alimentación, salud, y tecnologías digitales. 

Además, en octubre se producirá una reunión informal del Consejo Europeo en Granada para discutir el futuro de la Autonomía Estratégica Abierta y otras prioridades estratégicas de la UE. Por último, durante todo el año, se celebrarán varias reuniones de trabajo y foros de alto nivel para discutir la agenda estratégica europea. En ellos participarán altos cargos públicos, líderes empresariales de todo el mundo, académicos, sindicalistas y representantes de la sociedad civil, según anuncia Moncloa. 

Obviamente la situación de guerra en Ucrania seguirá siendo un asunto relevante en la agenda europea. Sánchez se ha alineado con la "unidad" europea frente a Vladimir Putin. Ha defendido la vía diplomática pero sin renunciar a los envíos de armamento, ahora también tanques, y el aumento del gasto militar por cuestiones de seguridad. 

Por otra parte, está pendiente un gran pacto europeo de Migraciones y derecho al asilo. En Moncloa reconocen que en este punto las posiciones están más alejadas de un consenso entre los 27 Estados miembros pero trabajarán por ello. Las diferencias entre los países del Sur y del Norte son notables. Sánchez, según fuentes del Gobierno, insiste en que no haya bloques uniformes y que se llegue a consensos amplios en cómo debe ser la política migratoria común. 

Muchos de estos asuntos serán objeto de las conversaciones del presidente en Austria, Croacia y Eslovenia. Con estos dos últimos, según apuntan fuentes del Gobierno, hay más coincidencia en la mayoría de ellos. El primer ministro de Eslovenia, por ejemplo, pertenece a un partido de carácter ecologista. La sintonía, especialmente en materia migratoria y otras cuestiones económicas, es menor con Austria, donde gobiernan los conservadores aunque junto a un partido verde. Será la primera visita de Sánchez a este país.