Òmnium Cultural ha presentado este jueves el Manual de ciberseguridad del activista: ante el espionaje de Estado, una guía básica de consejos para mejorar el control sobre la privacidad y la seguridad en las herramientas de comunicación digitales. Utilizar plataformas de correo electrónico que puedan realizar un registro anónimo o activar la opción de mensajes efímeros en los chats de mensajería móvil son algunas de las medidas que la entidad propone para evitar casos de espionaje como el Caso Pegasus.

El acto, que ha tenido lugar en el Aula Magna de la facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, ha contado con la voz de David Fernàndez, activista y víctima del caso de espionaje de Pegasus; Genís Roca, presidente de la Fundació PuntCat; Xavier Antich, presidente de Òmnium Cultural; Giada Negri, del European Civic Forum y el ingeniero y también espiado Josep Maria Ganyet.

Con una premisa básica que señala que la seguridad total no existe, Òmnium destaca la necesidad de protegerse a escala digital en la era de la información, después de desmantelarse el caso de mayor espionaje político descubierto a través de Pegasus, el llamado Catalangate, hace poco más de mes y medio. En total, 65 personas vinculadas al movimiento independentista fueron espiadas, en 18 casos se ha confirmado la autoría del CNI y en el resto los independentistas también apuntan a aparatos del Estado. Entre las víctimas que destacan el president de la Generalitat, Pere Aragonès, abogados, activistas como David Fernàndez o la junta directiva de Òmnium, organizadora del evento.

"Todo vale"

Genís Roca ha señalado que esta situación es la "demostración de que hay impunidad", afirmando que "no hay reglas de acción". Ante el hecho de que somos la generación que va a caballo entre la industrialización y la digitalización, existe una "masificación de la información" donde "todo vale". Según Roca, esto implica que las empresas con la excusa de los servicios y el Estado que se justifica con la seguridad, "no tienen límites", y por eso "tenemos que reivindicarnos".

Aunque el rol de las tecnologías en la era política ayuda a conocer el impacto de la sociedad civil y el derecho de protesta, Antich recalca que es necesario también conocer los riesgos. Con este objetivo, el manual pretende que la ciudadanía pueda defender libremente sus ideas, frente al intento de interceptar las comunicaciones. De esta forma, mejorar el control de la privacidad y seguridad en las herramientas que se utilizan día tras día.

En este sentido, se presentan líneas de acción para evitar cualquier infiltración. En materia de mensajería móvil, se propone eliminar los mensajes enviados, así como no compartir información a través de llamadas o aplicaciones, si no son plataformas como Element para mensajes de texto, o Jitsi para las llamadas.

El ingeniero Josep Maria Ganyet ha remarcado la necesidad de ser conscientes de que los estados intentan controlar a los ciudadanos, y que si los tienes en contra, "no hay nada que hacer". Por eso, ha recomendado hacer uso de las dobles notificaciones, así como desconectar el móvil cuando no se esté utilizando, ya que estas nuevas tecnologías son "exponenciales". Son digitales con un cuerpo marginal cero y una vez se tienen, pueden llegar a todo el mundo con el mismo coste. Así, Roca ha puesto de manifiesto la necesidad de que las entidades se conviertan en un ente corrector de los comportamientos del Estado.

En este contexto, Fernàndez manifiesta que el asalto de los derechos y libertades que se perpetran, "nos dejan lejos de convertirnos en correctores". "Las cloacas del Estado español son muy singulares por su historia reciente. Siempre son la vanguardia de la retaguardia", asegura.

Por el Caso Pegasus, ya se han emprendido acciones legales y Antich señala que se ha llevado a instancias internacionales. "España no cumple los mínimos imprescindibles del estado de derecho y vulnera los derechos fundamentales", manifiesta, tras afirmar que no se han esclarecido hechos ni asumido responsabilidades. Negri sostiene que en los últimos días se han incrementado el número y la frecuencia de situaciones de represión y disidencia del derecho en Europa. Aunque esta situación se intuyera, ahora ha salido a la luz las pruebas y es necesario "evitar una normalización de los hechos, ya que la sociedad civil está siendo atacada y restringida", afirma.