La Rede Educativa de Apoio LGTBIQ+ de Galicia ha denunciado que la dirección del centro de educación infantil y primaria (CEIP) de Froebel, en Pontevedra, ordenó en mayo pasado la retirada de un mural educativo que pretendía ofrecer a niños de cuarto de primaria formación e información sobre las agresiones verbales y los tópicos que suelen padecer a diario en sus respectivos entornos las personas de esos colectivos.

La Rede, formada por 160 docentes de todos los niveles educativos, desde preescolar a la universidad, ha esperado hasta ahora para hacerlo público tras más de un mes aguardando por una respuesta de la Xunta, que mantiene el silencio.

Los hechos sucedieron el pasado 17 de mayo, Día das Letras Galegas y también Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, cuando la jefa de estudios del Froebel ordenó al profesor que había colgado el mural que lo retirara de inmediato. Él se negó a hacerlo, y fue la propia funcionaria la que quitó personalmente los carteles para dejarlos posteriormente sobre su mesa en el aula.

La actividad, ideada por la Asociación Euforia de Familias Trans-Aliadas, pretende concienciar a los pequeños sobre esas posturas, con carteles en colores formando la bandera arcoiris con algunas de las frases y argumentos discriminatorios que habitualmente escuchan las, los y les escolares lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, intersexuales, queer o del resto de identidades y orientaciones de género: "Busca ayuda, te puedes curar"; "Admito que seas homosexual, pero no una loca"; "No hace falta que vayas diciendo lo que eres"; "Sólo existen dos sexos, lo demás es enfermedad...", rezan los pasquines, que pueden verse en el pdf que acompaña a este texto.

Problemas con los padres"

"Le pregunté cuál era el motivo y me dijo que no quería problemas con los padres", explica el maestro, Fran Diéguez, quien asegura que la jefa de estudios se dirigió a él "de muy malas maneras" y frente a sus alumnos y alumnas, de diez años de edad. También asegura que en otras ocasiones colgó murales similares sobre poesía y sobre la Constitución sin que la dirección expresara queja alguna.

Diéguez recuerda que la actividad que planeó con ayuda del material de Euforia forma parte de sus obligaciones como docente, tal y como recoge una orden de la Xunta de mayo de 2023 que obliga a los centros públicos y concertados a desarrollar iniciativas específicas próximas a las fechas de celebraciones internacionales relacionadas con los derechos LGTBIQ+, "para favorecer la visibilidad [de esas personas] e integrar de forma transversal la diversidad afectivo-sexual" en los currículos educativos.

"Llevábamos varios días trabajando esos conceptos en clase para que los alumnos y las alumnas pudieran identificarlos como discriminatorios y contrarios a los valores de igualdad, y el día 17 coloqué los carteles en el pasillo, junto al aula", cuenta el profesor, que dos días después de que la jefa de estudios los quitara dirigió un escrito al la dirección del centro detallando la legislación que amparaba su proceder

Tambien advertía de que si los gestores del CEIP seguían manteniendo actitudes LGTBIfóbicas y se negaban a reponer los carteles, denunciaría la situación ante la Inspección Educativa.

Sin respuesta de la Xunta

La dirección no contestó, así que la Rede Educativa de Apoio LGTBIQ+ de Galicia, de la que Diéguez es socio, presentó dos escritos ante la Inspección Educativa y ante la Dirección Provincial de la Consellería de Educación de la Xunta, reclamando la reposición del mural. Tras más de un mes sin respuesta, planea ahora pedir amparo a la Valedora do Pobo -figura equivalente en la legislación gallega al Defensor del Pueblo- y al Observatario Galego Contra a Discriminación por Orientación Sexual e Identidade de Xénero.

"El centro ha actuado contra la ley y contra el derecho del alumnado a recibir educación sobre igualdad, que también está  protegido legalmente", subraya Ana Ojea, portavoz de Rede, quien asegura que otras profesoras han desarrollado con éxito la misma actividad en otros centros de Galicia y que ha servido para fomentar debates, charlas e incluso que los y las estudiantes realizaran trabajos de investigación al respecto.

"Cada vez estamos viviendo más situaciones similares, es evidente que hay una regresión ultraconservadora, pero nuestra obligación como funcionarios públicos es defender los derechos humanos y una enseñanza en democracia", concluye.

Público ha tratado sin éxito de de contactar con la dirección del CEIP Froebel para obtener su versión de lo sucedido. También se ha dirigido a la Consellería de Educación de la Xunta de Galicia para que los valorara y saber si va a tomar alguna medida, pero a la hora en la que se concluyó la redacción de este artículo no había recibido respuesta.