Yemen está catalogado como un país de alto riesgo por el Ministerio de Asuntos Exteriores desde que ocho turistas españoles fallecieron en un atentado cometido por Al Qaeda en julio de 2007.

Este ataque llevó a Exteriores a recomendar que no se viajara a este país situado al sur de la Península Arábiga ante el elevado riesgo de atentados terroristas indiscriminados en todo su territorio y, en especial, en la capital, Saná.

Siete de los ocho españoles perdieron la vida en el mismo atentado perpetrado por un terrorista suicida contra el convoy en el que viajaban en la provincia de Mareb, a 170 kilómetros al este de Saná, y días después murió otra de las integrantes del grupo.

El Gobierno desvinculó este ataque del hecho de que los fallecidos tuvieran nacionalidad española.

Las condiciones de seguridad en Yemen empeoraron de forma considerable durante 2008, según se informa en la página web (www.maec.es) del departamento que dirige Miguel Ángel Moratinos.

España mantiene abierta y operativa su Embajada en Saná, aunque con restricciones en el acceso al edificio por motivos de seguridad, después de que Estados Unidos y Reino Unido hayan ordenado hoy el cierre de sus oficinas diplomáticas por las amenazas de Al Qaeda.

En este país asiático residen de forma permanente una veintena de españoles, según datos de Exteriores.

Yemen, el país más pobre de la región, tiene una superficie similar a la de España y una población de unos 21 millones de habitantes.

Moratinos visitó Saná en abril de 2006 

Moratinos visitó Saná en abril de 2006 para inaugurar la embajada e interesarse por la situación del ciudadano español de origen sirio Nabil Manaki, quien está condenado a muerte desde 1998 por acciones terroristas, aunque pendiente de su traslado a España para cumplir el resto de su condena.

España mantiene relaciones diplomáticas con esta república asiática desde 1990, cuando se reunificaron Yemen del Norte y Yemen del Sur.