La UE no tiene una posición y un consenso fuerte para influir en lo que está pasando hoy en Oriente Próximo. Y, por ello, la gran apuesta que está forjando pasa por establecer los pilares para un plan de paz para el mañana. Josep Borrell, jefe de la diplomacia comunitaria, ha presentado este lunes en Bruselas una hoja de ruta con seis condiciones, tres en clave afirmativa y tres en negativa, que busca abonar el terreno hacia una paz duradera y sostenible en el conflicto más enquistado del globo.

Su epicentro reside en la solución de un Estado palestino y uno israelí viviendo juntos en coexistencia. “No se trata solo de reconstruir Gaza, esto ya lo hemos hecho antes, sino de construir un Estado para los palestinos. Y para eso tenemos que hablar sobre el día después. Aunque los Estados árabes no quieren hablar del mañana, sino del hoy”, ha apuntado el Alto Representante en la rueda de prensa posterior a Consejo de Asuntos Exteriores. El plan Borrell pivota, según sus propias palabras, en tres síes y tres noes.

Los tres ‘noes’: no al desplazamiento forzado del pueblo de Gaza ni a su expulsión a otros países. No a la reocupación israelí de Gaza ni al retorno del grupo terrorista de Hamás. Y no a separar la cuestión gazatí de la cuestión palestina.

Los tres ‘síes’: sí al regreso de una autoridad palestina para gobernar el enclave. Sí a una mayor interacción con los Estados árabes. Y sí a un mayor compromiso de la UE en la región que culmine en la construcción de un Estado palestino. “Hemos estado demasiado ausentes de la solución de este problema que hemos delegado en EEUU. Ahora Europa debe comprometerse más porque de lo contrario el ciclo de violencia se repetirá de generación en generación y de funeral a funeral”, ha señalado en Borrell.

El esquema, que se pone sobre la mesa apenas un mes después de que España impulsara la celebración de una cumbre global para la paz “tan pronto como sea posible”, está todavía poco maduro. Este primer boceto ha sido acogido con “amplio apoyo” entre los 27 ministros de Asuntos Exteriores, según explican fuentes comunitarias.

Una de las primeras tareas pendientes es transmitirlo a los israelíes. Borrell visitará esta semana el Estado hebreo. Será la primera visita que lo haga en calidad de Alto Representante. En su gira para impulsar el acceso de la ayuda humanitaria a Gaza también hará parada en Palestina, Bahréin, Arabia Saudí, Catar y Jordania. Otro de los grandes desafíos del catalán es tantear el terreno político en Ramallah, donde la Autoridad Palestina suma años de gran debilidad política y social. Y esta es una primera piedra clave. Para los europeos no hay otra opción a que “una Autoridad Palestina” regrese a Gaza. En la capital comunitaria defienden que “es la única alternativa” para evitar un control por parte de Israel o de Hamás, pero Borrell reconoce que “es normal que la Autoridad Palestina no quiera entrar en Gaza en un tanque israelí”.

Desacuerdo para un alto al fuego

“La situación para los civiles palestinos sigue siendo muy grave. Europa tiene que alzar la voz para pedir paz y solicitar una protección total y completa de los civiles palestinos”, ha asegurado José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, a su llegada a la cita. Sin embargo, al final ha reconocido que el único consenso que existe en estos momentos en las 27 capitales es el de “pausas humanitarias inmediatas”.

“Europa tiene que alzar la voz para pedir paz y solicitar una protección total y completa de los civiles palestinos”

José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores

Albares no se ha mostrado demasiado optimista en poder llegar a este punto común en la próxima cumbre europea de diciembre, aunque ha celebrado que cada vez son más los países europeos que se alinean con esta petición española. El más reciente en unirse ha sido Bélgica.

“Los hospitales no pueden convertirse en el campo de batalla. Hay que escuchar a la Organización Mundial de la Salud (OMS) o a Médicos Sin Fronteras (MSF) que dicen que los pacientes que aguardan en cuidados intensivos no tienen ninguna oportunidad. No queda oxígeno, agua ni medicinas. Esos jóvenes van a morir. Sabemos que Hamás utiliza escudos humanos en estos hospitales, pero lo que no puede ser es que el terror del 7 de octubre se repita en Gaza”, ha afeado Jean Asselborn, ministro de Asuntos Exteriores de Luxemburgo, que es junto a España e Irlanda el país más vocal contra las violaciones del Derecho Internacional Humanitario perpetradas por Israel.

Los muertos en la Franja superan en estas cinco semanas los 11.000 y seis bebés han muerto en el hospital de Al Shifa por falta de electricidad, según las autoridades gazatíes. Las autoridades humanitarias sobre el terreno recogen que la mitad de los hospitales han dejado de funcionar por la falta de luz. “La violencia que estamos presenciando en Gaza es tan absolutamente aterradora que resulta difícil de concebir. Pero no debemos apartar la vista (…) El cese de los combates podría salvar la vida de miles de civiles y detener la imparable espiral descendente de esta catástrofe humanitaria y de derechos humanos causada por el hombre”, advierte Eve Geddie, directora de la Oficina de Amnistía Internacional ante la Unión Europea.

“La violencia que estamos presenciando en Gaza es tan absolutamente aterradora que resulta difícil de concebir”

Eve Geddie, directora de la Oficina de Amnistía Internacional ante la Unión Europea

Austria, Chequia y Alemania creen que todavía no ha llegado el momento de apelar a un alto al fuego. Justifican que reforzaría a Hamás y limitaría la capacidad de intervención de Israel. “Los dirigentes de la UE deben mostrar que valoran por igual las vidas palestinas e israelíes pidiendo un alto el fuego y denunciando de forma inequívoca los crímenes cometidos por Israel y por Hamás y otros grupos armados (…) Los implacables bombardeos de Israel están matando a unas 300 personas palestinas cada día, muchas de ellas niños y niñas, y el bloqueo ilegal ha causado un sufrimiento humanitario inconmensurable. Por eso, resulta incomprensible que algunos dirigentes de la UE no sólo estén bloqueando una petición europea de alto el fuego, sino que estén suministrando activamente a Israel armas y apoyo político”, asegura Geddie.

Tensión socialista

En los márgenes del Consejo, Albares ha anunciado que los primeros 40 ciudadanos hispano-palestinos han abandonado hoy el enclave y que espera que 80 más lo hagan durante la jornada del martes. La otra cara de una jornada que ha definido como “alegre” ha llegado de mano del también socialista Josep Borrell y su opinión sobre los pactos con los líderes independentistas para formar Gobierno. “No puedo mezclar mi papel con consideraciones personales de un problema de política exterior española, lo cual no quiere decir que no tenga mi opinión. Y en algún momento la expresaré porque tengo pleno derecho a hacerlo sin involucrar a las instituciones europeas de ninguna manera, pero aquí y ahora no es el momento. Todos los que me conocen en España pueden imaginar lo que pienso. Sin conocerla con detalle no me puedo pronunciar, pero sí conozco los acuerdos políticos alcanzados con dos partidos independentistas y ciertamente esos acuerdos me provocan alguna preocupación o bastante preocupaciones lógicas”, ha señalado el Alto Representante preguntado en conferencia de prensa por la ley de amnistía.

Albares ha echado balones fuera ante los comentarios de una de las voces del PSOE más críticas en los últimos años con el procés. “En toda Europa las leyes de amnistía son siempre instrumentos de construcción, convivencia y concordia y eso es lo que necesita Cataluña y España”, se ha limitado a responder.