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Torre Eiffel La Torre Eiffel cierra sus puertas por un conflicto laboral 

El conflicto laboral entre la administración y los trabajadores se ha originado porque el nuevo sistema de reservas provoca largas filas de espera de hasta tres horas.

Imagen de archivo de la Torre Eiffel/EFE

EFE

La Torre Eiffel, considerado el monumento más visitado del mundo, se mantiene cerrada este jueves por segundo día consecutivo como consecuencia de un conflicto laboral entre la administración y los trabajadores que gestionan las filas de acceso al icono parisino.

Según informaron a Efe portavoces de la sociedad de explotación de la Torre Eiffel (SETE), los ascensores que conducen a las dos plantas del monumento dejaron de funcionar a partir de las 16.00 hora local (14.00 GMT).

Estas mismas fuentes no estimaron cuándo volverán a entrar en funcionamiento.

Tampoco saben cuántos visitantes se quedaron sin poder entrar, aunque sí que se conoce que, de media, ingresan en la simbólica torre unas 25.000 personas diarias durante el mes de agosto.

El conflicto laboral entre la administración y los trabajadores, que se quejan de que el nuevo sistema de reservas agrava las esperas, se estaba gestando hace días.

Los sindicatos incluso presentaron esta semana un preaviso de huelga mientras negociaban una salida de última hora con la dirección, pero las conversaciones se "suspendieron momentáneamente", según la SETE, y el paro se convocó de forma inesperada. 

La sociedad de explotación de la Torre Eiffel (SETE) anunció en un comunicado que está previsto que las negociaciones con los trabajadores se retomen este jueves. La gestora dijo ser consciente de la "decepción" de los visitantes ante el cierre del monumento y del impacto de esta situación en la imagen de la ciudad y del país, y aseguró que está haciendo todo lo posible para solucionarla.

La compañía ha apostado recientemente por un aumento progresivo de los billetes adquiridos a través de internet.

En la actualidad, los visitantes que han comprado su billete en línea suben a la torre por uno de los ascensores y aquellos que lo compran al momento en taquilla por otro. En caso de que haya poca afluencia en una fila, el visitante puede pasarse a la otra.

La SETE admitió que la espera de aquellos que compran su entrada por internet es muy reducida porque la gente accede a la hora prevista en el ticket.

Y dijo que la espera de aquellos que compran el billete en la taquilla del monumento es de momento inevitable aunque se irá reduciendo a medida que aumenten las reservas por internet. 

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