El grupo socialdemócrata en el Parlamento Europeo apoyará a la candidata del Partido Popular Europeo, Roberta Metsola, para ser la nueva presidenta de la Eurocámara. La votación tendrá lugar este martes.

El acuerdo llega después de que la presidenta de los socialdemócratas, Iratxe García, ultimase este mismo lunes unas negociaciones sobre concesiones a cambio de su voto, según recoge Efe.

El grupo socialdemócrata no presenta candidato propio y con su apoyo a Mestsola cumplirá con el acuerdo de 2019 que determinaba que la presidencia de la Eurocámara pasaría de los socialdemócratas a los populares a mitad de la legislatura.

Aunque inicialmente el grupo socialista había cuestionado ese acuerdo y defendía que su familia política había ganado peso en los gobiernos europeos por lo que no sería equilibrado que perdieran la presidencia de la Eurocámara y mantuvieran únicamente la jefatura de la diplomacia europea, en las últimas semanas han mantenido negociaciones con el grupo popular en busca de concesiones a cambio de apoyar a Metsola.

Estas versan sobre ceder a los socialdemócratas una mayor presencia entre las vicepresidencias de la Eurocámara y relevantes puestos administrativos de la institución, como el secretario general, que es de la familia popular desde hace más de una década.

Concesiones a cambio del apoyo

En concreto, los socialdemócratas tendrán para lo que resta de legislatura cinco vicepresidentes del Parlamento Europeo (frente a las tres que tenían hasta ahora) y un cuestor, cargo responsable de los asuntos administrativos y económicos que afectan directamente a los diputados.

También se llevan la presidencia de los Conferencia de Presidentes de Comisión -hasta ahora en manos del popular italiano Antonio Tajani- y el liderazgo de una comisión especial sobre el coronavirus, así como sus demandas legislativas recogidas en un documento conjunto de los tres grandes grupos proeuropeos sobre las prioridades políticas del Parlamento.

El relevo en la secretaría general, que ostenta desde hace más de una década el popular alemán Klaus Welle, ha quedado fuera del acuerdo final "para no bloquearlo", aunque se seguirá debatiendo. En cualquier caso, el voto es secreto y no es descartable que, pese a la posición común de grupo, algunos diputados opten por respaldar a otro candidato.