El segundo debate presidencial en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), que tuvo lugar el pasado domingo, fue bastante más acalorado que el anterior en el turno de las preguntas cruzadas y, sobre todo, en las frases pensadas para que quedasen después originando debate y flotando por las redes sociales, incluso hasta llegar a significar golpes bajos, como cuando Javier Milei acusó de "montonera asesina" a Patricia Bullrich.

Tal vez como un aprendizaje de la primera ronda, del que los equipos de campaña tomaron nota, aparecieron en la siguiente parte del debate sentencias más filosas y bromas con gracia, aunque algunos y algunas supieron colocarlas mejor que otros y otras: Patricia Bullrich, por ejemplo, aunque no tuvo una actuación tan poco protagonista como en el último debate, siguió mostrándose trabada e imposibilitada para responder a las preguntas concretas que le hicieron, algo que fue la comidilla tras bambalinas. Lo mismo ocurrió con Javier Milei: aunque buscó quedar permanentemente atado al rol de estadista, sin levantar el tono y aludiendo a teóricos económicos varios, en numerosos momentos se enredó, mezcló temas, respondió sobre otra cosa. "Yo no entendí nada, se ve que lo que le fueron tirando, lo dijo", sintetizó Myriam Bregman, dirigente del Partido de los Trabajadores Socialistas, en una de sus intervenciones. Ella y Sergio Massa, cada uno desde un lugar muy diferente, fueron los que se mostraron más sólidos y, sobre todo, sueltos.

El peronista Juan Schiaretti, por su parte, quedó tal vez algo más desdibujado al abandonar el que había sido su caballo de Troya en el debate anterior, el "cordobesismo al palo". Entre los invitados de cada fuerza política hubo presencias y ausencias especialmente notorias. A Estela de Carlotto se la vio cerca del escenario, recibiendo un abrazo largo de Wado de Pedro, ministro de Interior, antes del comienzo del debate.

La ausencia más sonora vino del lado de Patricia Bullrich: antes del debate, la candidata se reunió en un hotel de Callao al 900, en la misma ciudad de Buenos Aires, con referentes de su fuerza política para una foto. Allí estaban dos que no la habían acompañado en momentos anteriores: el jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, que esta vez sí vino hasta la facultad de Derecho, donde tuvo lugar el enfrentamiento político, y Mauricio Macri, expresidente argentino, que se limitó a posar para la foto y publicarla luego en redes. Pero hasta Derecho, el exmandatario no llegó. Sólo "la acompañó hasta la puerta, se sacó una foto y se fue", indicaron desde su equipo.

Con un aula magna colmada que tuvo capacidad para 300 personas más que el debate anterior -unas 700 en total-, cada candidato trajo numerosa tropa propia. El equipo de Unión por la Patria, cuyo candidato a la presidencia es Sergio Massa, se reunió previamente en el hotel de Luz y Fuerza, y abordó el sector de prensa y la sala de medios audiovisuales (donde las diferentes señales de noticias montaron pequeños estudios) con la consigna marcada, que también mostró el candidato en el debate: "Ir a la ofensiva, no quedarse a la defensiva nunca, eso te muestra débil aunque contestes como un campeón", explicaron desde el partido a Página 12.

Con eso estuvo ocupado Massa a lo largo de las dos horas en las que "volvió a regatear los puntos difíciles siendo lo que es, actual ministro de Economía" y pudo "exponer propuestas concretas", según evaluaron desde su equipo. La creación de "una Agencia Federal de Investigaciones (FBI) argentina con sede en Rosario, que se encargue de temas de corrupción, narcotráfico y trata de personas", fue una de sus propuestas.

Desde el equipo de Massa habían avisado de que el candidato venía bien preparado para responder sobre el escándalo de Insaurralde, como ya lo había hecho en el primer debate de Santiago, aunque aquella vez no tuvo que responder sobre el tema, que había explotado el día anterior, ya que finalmente quedó solo aludido. "Pobre Patricia, en Todo Noticias (TN) y La Nación, dos de los medios más populares del país, la reprendieron porque no preguntó y ahora va a venir con la pregunta preparada", comentaban en su equipo en los momentos previos al debate. Admitían, sí, que les sorprendió que no apareciera tanto el tema, tal vez porque "estaban muy nerviosos y todo estaba muy guionizado".

Y la pregunta y la respuesta preparada pronto llegaron, concretamente en boca de Bullrich. "Cometió un hecho gravísimo, le pedí la renuncia al cargo, le pedí la renuncia a la candidatura. No todos somos lo mismo, Patricia, tú nunca le pediste a Gerardo Milman que renunciara", fue este el comentario que en la sala provocó comentarios generalizados de asombro.

Los que sí vinieron

Además de Estela de Carlotto y De Pedro, por el lado de Unión por la Patria estuvo presente el candidato a vicepresidente, Agustín Rossi, numerosos ministros -Gabriel Katopodis, Jaime Perczyk, Aníbal Fernández, Victoria Tolosa Paz, Juan Cabandié, Matías Lammens, Kelly Olmos-, gobernadores como Sergio Uñac y Raúl Jalil, también Leandro Santoro, Daniel Scioli, Mayra Mendoza, Dora Barrancos, Malena Galmarini, Juan Manuel Olmos y el catalán Antoni Gutiérrez Rubí, asesor de campaña, entre otros.

El grupo de Juntos por el Cambio lo encabezaron esta vez Larreta y el equipo que ya habría ido al primer debate, en Santiago del Estero: Luis Petri, Néstor Grindetti, María Eugenia Vidal, Miguel Angel Pichetto, Diego Santilli, Cristian Ritondo, Carlos Melconián, Federico Pinedo, Luis Juez, el gobernador electo de la provincia argentina de Chubut, Ignacio Torres. "Patricia tiene equipo, tiene legisladores en todo el país, tiene herramientas", se esforzaron estos por transmitir durante sus encuentros con la prensa.

Al final del debate, la candidata fue atendida por un equipo de tres personas del Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME) -que ya estaba presente preventivamente en el interior de la Facultad-, incluido su director, Alberto Crescenti. Una "molestia en los ojos, agravada por las luces del set", "conjuntivitis", "le entró maquillaje en el ojo", explicaron desde su equipo. Con el ojo notoriamente enrojecido, al rato partió rauda a hablar por el canal de televisión Todo Noticias (TN). "Vamos a ver si ahora lo vuelve a poner como excusa", bromeaban los partidarios de Sergio Massa, que también salieron a decir que su propio candidato había sido el vencedor. Unos y otros salieron festejando ruidosamente y vitoreando del aula magna de la Facultad de Derecho.

"Algunas definiciones de Milei son escalofriantes, horripilantes", opinó Federico Pinedo, perteneciente al partido Propuesta Republicana, sobre las palabras del candidato de ultraderecha. Aunque el liberal había expresado barbaridades varias durante la noche, Pinedo se refería, expresamente, a la acusación de "montonera asesina" hacia Patricia Bullrich.

Sin despeinarse, Bullrich tiró propuestas como bajar la edad de imputabilidad a los 14 años. Aunque pueda resultar increíble, en varios momentos Milei terminó adelantándola por la izquierda, incluso a pesar de los negacionismos varios que esgrimió a lo largo de dos horas.