La Revolución Ciudadana ha ganado la primera vuelta electoral en Ecuador. La fuerza política encabezada por Luisa González ha alcanzado más de 33% de los votos. Un éxito que ha festejado junto a sus seguidores en el sur de Quito, después de una jornada de votación que ha transcurrido con tranquilidad dentro del país, aunque el mal funcionamiento del sistema de votación en el exterior ha sido denunciado.

"Tenemos la participación más alta de las últimas décadas, los ciudadanos confían en la democracia y un cambio en días mejores", ha señalado González al tomar la palabra. La participación fue de 82.26%, casi 2% más que la primera vuelta de la presidencial del 2021. "Este Ecuador valiente se movilizó, rompió el miedo, le dio más peso a la esperanza al cambio y votó por una mujer y por la Revolución Ciudadana".

El dato de la participación fue importante en el marco de una elección impactada de lleno por la violencia: tiroteos, atracos, y la política con ataques sobre autoridades, líderes o candidatos, en particular con el caso del asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio diez días antes de las elecciones. La violencia no tuvo entonces un efecto desmovilizador.

El triunfo de González no alcanzó sin embargo el 40% necesario para evitar una segunda vuelta, algo que ya anticipaban encuestas y analistas. Deberá medirse en octubre a Daniel Noboa, quien quedó segundo para sorpresa de muchos. González calificó en su rueda de prensa al futuro contrincante como "Lasso 2.0" -en referencia al presidente Guillermo Lasso- con un proyecto nuevamente de "gobierno empresarial".

La sorpresa

Noboa emergió en encuestas y runruneos de calles en el tramo final de la campaña, con hechos como su buena actuación en el debate presidencial del domingo anterior. El candidato del partido Alianza Democrática Nacional obtuvo cerca de 24% de los votos, con alrededor de 10 puntos de diferencia sobre González.

"Vencieron todas las personas que quieren un cambio, venció el joven que está poniendo su esperanza en que tenga un cupo universitario, en que tenga un empleo, la familia en que tenga seguridad en su barrio, los adultos mayores que tengan una pensión digna, el empresario que tenga la tranquilidad de trabajar sin tener que ser vacunado o sin una banca que lo ahorque", señaló Noboa desde su ciudad de nacimiento, Guayaquil.

El ahora candidato a la segunda vuelta señaló el peso de la juventud en su buen resultado, aprovechó de lo que es la división entre correísmo y anticorreísmo que viene dominando las últimas contiendas.

Noboa descartó la idea de formar una "coalición anticorreísta", aseguró estar "a favor de un nuevo proyecto y de cambiar la forma de hacer política en este país", y planteó que la opción en octubre será entre "votar por el correísmo o la opción que no es el correísmo, que es Daniel Noboa".

Su buen resultado electoral no se ha construido sobre la habitual narrativa anticorreísta, sino en la apuesta por mostrarse como novedoso, oxigenante en una polarización repetida. La apuesta le dio resultado y obtuvo el ticket para la segunda vuelta, dejando atrás a varios que aspiraban a ese lugar.

Los derrotados

La contienda del domingo dejó heridos, derrotados y preguntas. Uno de quienes buscaba el segundo lugar era Jan Topic, candidato de la mano dura y narrativa policíaca, que la última noche antes de la votación optó por confrontar directamente con Rafael Correa vía redes sociales. Topic parecía poder conectar desde su discurso con la crisis de inseguridad, pero el resultado le fue adverso: menos de 15% de los votos.

Otto Sonnenholzner por su parte, quien estuvo segundo en las encuestas durante varias semanas, ha alcanzado algo más que el 7% de los votos. El exvicepresidente de Lenín Moreno en la época de la pandemia -con particular impacto en Ecuador, como en Guayaquil- quedó así en un quinto y lejano lugar.

El otro gran derrotado fue Yaku Pérez, quien había obtenido más de 19% de votos en 2021. Dos años después y presentándose por fuera del partido indígena Pachakutik no ha llegado al 4%. Su discurso ambientalista no ha encontrado eco, aunque durante la elección del domingo también se votó en dos consultas sobre minería y petróleo que resultaron favorables a la preservación del medio ambiente.

Finalmente quien logró el tercer lugar fue el candidato que remplazó a Villavicencio, Christian Zurita, con más de 16%. Quienes dieron su voto por la lista que encabezaba formalmente Zurita votaron una papeleta con el nombre y la cara de Villavicencio, en vista de que no hubo tiempo de modificación de la misma. Se trató de un 16% de apoyo a la propuesta y figura más anticorreísta de todas.

La disputa por los votos

Comienza ahora la larga campaña por la segunda vuelta, que durará hasta el 15 de octubre. Casi dos meses en un país marcado por el pico continuado de violencia, una percepción extendida de desgobierno, y la demanda mayoritaria de cambio.

¿Dónde buscar los votos que restan en cada caso de lograr la mayoría? La Revolución Ciudadana demostró mantener un piso electoral sólido, levemente superior al de la primera vuelta del 2021, cuando Andrés Arauz alcanzó 32.72%. ¿Cómo ampliar más allá de esa base social inamovible? ¿Cómo hacerlo con dos figuras totalmente correístas?

González ya situó un punto de distinción con Noboa: "Un gobierno de ciudadanos, que sabe como trabajar por 18 millones de ecuatorianos, o un gobierno empresarial que sabe simplemente cómo beneficiar su bolsillo y sus empresas". El señalamiento de Noboa como representante de intereses empresariales se sostiene en que se trata de una de las familias ricas del país, con 119 sociedades nacionales, 15 extranjeras y varios domicilios en paraísos fiscales según el Servicio de Rentas Internas.

Noboa ha optado por ahora en salirse de la tradicional división correísmo vs. anticorreísmo, trabajar la figura del outsider -ayudado por sus 35 años- con formación empresarial, algo que le dio un primer resultado. ¿Cómo se moverá en la segunda vuelta? ¿Cómo jugarán las fuerzas perdedoras en ese marco?

Ecuador elegirá a su próximo presidente en octubre, en el marco de un país golpeado por el gran salto hacia atrás que representó el regreso del neoliberalismo, articulado a la expansión de bandas narcocriminales.

La elección será entre la Revolución Ciudadana y su propuesta de volver a construir lo que se logró hace unos pocos años atrás, o un joven político presentado como outsider y perteneciente a uno de los principales grupos económicos del país.