Este miércoles la actriz protagonista de Aquaman, Amber Heard, ha subido al estrado para testificar en el juicio contra su exmarido, Johnny Deep, declarando que éste abusó físicamente de ella. Las acusaciones van desde una bofetada por reírse de un tatuaje cuya letra era ilegible hasta amenazas con matarla durante una discusión que ambos tuvieron en un yate cuando viajaban a las Bahamas. 

Desde el pasado 11 de abril se está celebrando el tormentoso juicio por difamación entre Johnny Deep y Amber Heard. Todo empezó cuando en 2016 la actriz presentaba una demanda de divorcio en la que se acusaba a Deep de agresión. Tras varias negociaciones, la actriz retiró la orden de alejamiento a principios de 2017 y emitió un comunicado en el que se desmentían tales acusaciones: "Nunca hubo ninguna intención de daño físico o emocional."

Aunque la relación parecía haber mejorado, en 2018 The Washington Post publicó un artículo en el que la actriz se reconoció como "una figura pública que representa el abuso doméstico". No hizo falta decir más ni nombrar al actor para que éste fuese cancelado de todas la grandes producciones, entre otras, anulándose el contrato de Deep en Piratas del Caribe.

Un juicio complejo

Tras varias semanas en las que solo testificaba Deep, este miércoles Heard se sentó en el estrado del Tribunal de Fairfax (Virginia, Estados Unidos). En este juicio que a priori enfrenta Heard por difamación, ambos se han acusado de abuso mutuo. "Estoy aquí porque mi marido me denunció por un artículo que escribí" comenzó diciendo Heard. 

A lo largo de su declaración—que duró más de tres horas—, Heard describió varios episodios en los que hablaba de Depp como un hombre violento, incapaz de controlar su agresividad y con serios problemas de adicción a las drogas.

El tormentoso viaje a las Bahamas

El relato que más impresión causó a la Audiencia fue el del viaje a las Bahamas que hicieron juntos, justo antes de que él vendiera su yate. Ambos mantuvieron una discusión acalorada por los problemas de éste con el alcohol y las drogas. Según la actriz, Depp le recriminaba que hablase de la adicción que tenía con sus hijos, quienes les acompañaron en su viaje.

"Entonces él me agarró por el cuello, me sostuvo por un segundo y me dijo que podría matarme y que yo era una vergüenza", indicó Heard, justo en uno de los momentos previos antes de romper a llorar. Mientras tanto, el actor se mantuvo impasible con también un traje gris, quien evitó a toda costa mantener contacto visual con la actriz.

La relación comenzó en 2012 y, tres años después de que se conocieran en el rodaje de The Rum Diary, se casaron.  Sin embargo, su "mágico" matrimonio —tal y como apunta la propia Heard— solo duró 15 meses. Poco después comenzaron los golpes cuando ella se burló de uno de los tatuajes del actor.  "Le pregunté qué ponía, él me dijo que 'Wino', y me abofeteó en la cara tres veces", mientras le decía: "¿Crees que es divertido, perra?"

Según Heard, a partir de este primer abuso físico y verbal se produjeron otros episodios más violentos, en los cuales muchos el protagonista de Piratas del Caribe se encontraba bajo los efectos de los estupefacientes. "Él procedió a hacer una búsqueda en la cavidad. Está buscando sus drogas, su cocaína" señaló entre lágrimas en una noche en la que Depp le arrancó la ropa.

La semana pasada, Depp terminó sus testimonios quien, en todo momento, recalcó que la víctima real era él y que Heard llegó a partirle un dedo en una de sus discusiones, el cual tuvo que ser reconstruido, tras haberle golpeado con una botella de vodka. 

La respuesta de la actriz fue una contrademanda en la que alega que el actor ha impulsado una campaña de difamación en su contra y le reclama 100 millones de dólares en compensación. 

No se trata de un juicio por violencia machista, pero muchos de los aspectos que están saliendo a la luz por parte de los abogados muestran lo contrario.