Polémica en Francia tras las declaraciones del ministro del Interior, Gérald Darmanin, que acusó al futbolista Karin Benzema de tener vínculos con los Hermanos Musulmanes, organización islamista considerada terrorista en Egipto, su lugar de creación, y otros países como Arabia Saudí, donde actualmente juega el exdelantero del Real Madrid. El jugador ha respondido negando las acusaciones y, según Le Parisien, se plantea denunciar al ministro.

"El señor Benzema tiene vínculos, todo el mundo lo sabe, es notorio, con los Hermanos Musulmanes", aseguró Darmanin en la noche del lunes en el canal televisivo Cnews. El ministro había sido previamente preguntado por el mensaje que el futbolista había colgado en las redes sociales de apoyo al pueblo palestino tras los incesantes e indiscriminados bombardeos de Israel contra Gaza.

Darmanin consideró que jugadores de la fama de Benzema "tienen una responsabilidad" e influencia sobre la juventud que podían haberle llevado a ser más ecuánime, en referencia a su silencio sobre los ataques de Hamás. Pero fue más tarde, cuando respondía a una cuestión sobre las acciones de su Gobierno para contrarrestar el terrorismo yihadista en territorio francés, cuando Darmanin lanzó su acusación contra el futbolista.

"Desde hace semanas me intereso particularmente (...) en los Hermanos Musulmanes", dijo el ministro, que en ese momento aludió a los supuestos vínculos de Benzema con el grupo islamista. Tras el revuelo ocasionado por sus declaraciones, este miércoles fuentes del Ministerio del Interior justificaron la acusación lanzada por Darmanin en varias acciones del jugador que, a su juicio, constituyen "una deriva hacia un islam duro, riguroso, característico de la ideología" de los Hermanos Musulmanes "que consiste en difundir normas islámicas en diferentes espacios de la sociedad, sobre todo en el deporte".

Origen de los Hermanos Musulmanes

La Sociedad de los Hermanos Musulmanes fue fundada en 1928 en un Egipto todavía bajo mandato de Reino Unido. En ese momento, el país vivió la creación de muchos movimientos nacionalistas integristas y religiosos fundamentalistas que a menudo rivalizaban entre sí.

La organización constituye una corriente religiosa suní que se guía por el Corán y la suna (tradición), el comportamiento usual que han observado los musulmanes desde el tiempo del profeta en el siglo VII. Pocos años después de su fundación, la cofradía comenzó a tener aspiraciones políticas. Los Hermanos Musulmanes han incidido significativamente en la política y han sido muy activos entre la juventud, particularmente en las universidades.

De hecho, con Mohamed Mursi a la cabeza, gobernaron en Egipto tras la revolución egipcia, durante las protestas de la Primavera Árabe, que acabó con el derrocamiento de Hosni Mubarak en 2011. El Ejecutivo apenas duró desde junio de 2012 hasta julio de 2013. Tras meses de protestas, el golpe de Estado de 2013 echó del poder a Mursi. Las nuevas autoridades militares llevaron a cabo una dura represión contra los miembros de la hermandad, que acabó siendo ilegalizada junto al resto de sus organizaciones satélites.

Internalización de la hermandad

Desde los años 40 del siglo XX, los Hermanos Musulmanes sembraron la semilla islamista en un gran número de países islámicos. Un retoño de la organización egipcia es, por ejemplo, Hamás, que fundó en Gaza en 1987 un grupo de jóvenes palestinos que se habían formado en las universidades de El Cairo y que al término de sus estudios regresaron a la franja palestina influenciados por el pensamiento y la acción que observaron en los Hermanos Musulmanes.

Originalmente un grupo fundamentalista, los Hermanos Musulmanes han dado lugar a un gran número de escisiones, incluidas algunas violentas que buscan la aplicación de la ley islámica (sharia) en países islámicos. Pero también se trata de una organización con una gran base social que ha optado por una metodología no violenta. 

El revuelo causado en Francia por las palabras del ministro del Interior, Gérald Darmanin, ha sido tal que perfiles conservadores como la senadora Valérie Boyer han aprovechado para pedir que se retire la nacionalidad francesa a Benzema. "Si las afirmaciones del ministro se confirman, tenemos que plantearnos sanciones. Una sanción simbólica sería primero retirarle el Balón de Oro. Luego, tenemos que pedir que se le retire la nacionalidad", señaló la legisladora. Al igual que con el ministro, el futbolista también está estudiando presentar una denuncia contra la senadora.