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Putin echa mano de la retórica soviética e insta a derrotar al supremacismo occidental empeñado en destruir Rusia

En su discurso por el Día de la Victoria sobre la Alemania Nazi, el presidente ruso denuncia la "guerra real" que ha desatado un Occidente "supremacista" contra Rusia y ha ligado el destino de su país a la victoria del ejército ruso en Ucrania.

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Vladimir Putin, presidente de Rusia, durante su discurso en Moscú durante el Día de la Victoria. Dmitry Astakhov / REUTERS

El Día de la Victoria sobre Alemania en la Segunda Guerra Mundial, en la que lucharon juntos rusos, ucranianos, europeos y estadounidenses, ha evidenciado este 9 de mayo que la actual guerra de Ucrania que enfrenta a esos antiguos hermanos de armas no tiene visos de solución pacífica y que los ahora enemigos ven irremediable una mayor escalada del conflicto.

Como en aquel entonces, los países enfrentados, directa o indirectamente, en la actual contienda consideran que su futuro está en juego en el conflicto: la supervivencia de Ucrania y Rusia como estados, por una parte, y la pervivencia de los "valores europeos", por otra, con la Unión Europea sintiéndose cada día más implicada en el conflicto.

"Hoy el mundo se encuentra de nuevo —como en tiempos de la II Guerra Mundial– en un punto de inflexión", afirmó en su discurso Putin. Y como entonces, agregó: "Se ha desatado una guerra real contra nuestra madre patria".

En una celebración más parca, con máximas medidas de seguridad tras el incidente de los drones sobre el Kremlin, y con menos parafernalia militar que en desfiles anteriores, Putin comparó la situación que vive Rusia en estos momentos con la Segunda Guerra Mundial, cuando la Unión Soviética fue fundamental para derrotar al Tercer Reich, y cargó toda la culpa de la actual situación sobre un Occidente "supremacista" y "criminal".

"Cualquier ideología de supremacía es por su naturaleza repugnante, criminal y mortal" y "las élites globalistas siguen defendiendo su exclusividad, enfrentan a la gente y dividen a las sociedades, provocan conflictos sangrientos y golpes de Estado, siembran el odio, la rusofobia y el nacionalismo agresivo", aseveró Putin.

Putin recurre al victimismo, pero promete la victoria

Casi aislado internacionalmente, salvo por el respaldo receloso de algunos países ex soviéticos que enviaron a sus presidentes a la ceremonia de la Plaza Roja, Putin recurrió en su discurso al victimismo para hacer de Rusia el objeto de la infamia de Occidente. Pero prometió la victoria en una guerra, la de Ucrania, en la que su país se juega su destino.

Por eso se dirigió con especial vehemencia a los 500 soldados del frente ucraniano que se encontraban entre los cerca de 10.000 efectivos que participaron en el desfile de la Plaza Roja. "No hay nada más importante ahora que vuestro deber militar. Hoy, la seguridad de nuestro país depende de vosotros. El futuro de nuestro estado y de nuestra gente depende de vosotros", afirmó Putin.

La permanencia rusa en el Donbás no será negociable

El jefe de Estado ruso dio algunas claves en su alocución respecto a la evolución de la guerra. Subrayó el compromiso de Moscú con el Donbás, una de las regiones ucranianas invadidas desde el 24 de febrero del año pasado y donde, en 2014, algunas de sus regiones de población predominante prorrusa se alzaron en armas contra el Gobierno de Kiev con apoyo militar de Moscú, una de las génesis de la actual crisis.

"Defenderemos a los habitantes del Donbás y garantizaremos nuestra seguridad", dijo Putin. Si se abriera algún proceso de diálogo con Ucrania y sus aliados occidentales, Putin está adelantando que el Donbás no entrará en la eventual devolución de territorios a Ucrania.

También tuvo especial significado la asistencia de los presidentes de Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán a las celebraciones del Día de la Victoria en la Gran Guerra Patria, como se conoce en todo el espacio ex soviético a la Segunda Guerra Mundial.

La región centroasiática impide que prospere el "círculo sanitario" creado por Estados Unidos y sus aliados en torno a Rusia, Un círculo convertido en una auténtica muralla de Guerra Fría desde el Báltico al Mar Negro, pero sin apenas efectividad en Asia Central, el Cáucaso y sobre todo China, donde las duras sanciones impuestas hasta ahora a Moscú se diluyen y pierden efectividad.

Von der Leyen defiende en Kiev la lucha europeísta

Precisamente, al tiempo que Putin acusaba a Occidente de orquestar la guerra de Ucrania y de buscar la destrucción de Rusia, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen visitaba Kiev y le prometía al líder ucraniano, Volodímir Zelenski, más munición para su ejército y más sanciones contra Moscú.

Von der Leyen aseguró que Europa permanecerá "hombro con hombro" junto a Ucrania en esta guerra en la que se "lucha por los valores europeos".

La oportuna visita de Von der Leyen ha lanzado un desafío directo a Rusia, contra quien pidió en Kiev un tribunal especial que juzgue los crímenes de guerra cometidos en Ucrania. Ni siquiera Estados Unidos había considerado necesario presionar demasiado en esta jornada sagrada para Putin y los nacionalistas rusos como ha hecho la política alemana, paladín en Europa del apoyo armado a Ucrania.

Von der Leyen calificó a Kiev como "el corazón de los valores europeos hoy". Ucrania, subrayó, "está en primera línea del frente de defensa de todo lo que los europeos queremos: libertad, democracia, libertad de pensamiento y expresión. Con coraje, Ucrania lucha por los valores europeos que hoy celebramos".

Zelenski agradeció esa participación europea cada vez más directa
en la guerra, con armas, munición, dinero y formación de soldados
ucranianos. En concreto, mostró a Von der Leyen su gratitud por el
envío de un millón de proyectiles, que serán indispensables en la
contraofensiva que prepara el ejército ucraniano para recuperar los
territorios ocupados por Rusia.

No trascendió si Zelenski le manifestó a Von der Leyen su
preocupación por las noticias que este lunes llegaron de la propia
Comisión Europea. La CE reconoció que los plazos actuales de
fabricación y entrega de la industria de la defensa de la UE no están
"alineados" con las "necesidades inmediatas" de apoyo a Ucrania.

Seespera que en un año las fábricas europeas de armamento puedan
producir ese millón de rondas de munición anuales para abastecer
los arsenales en Europa y en Ucrania. Pero un año es un plazo
demasiado largo en tiempos de guerra.

Menos agobiado por las trabas burocráticas para la producción de
armamento, Washington anunció otra partida de ayuda militar a
Ucrania
por 1.200 millones de dólares. Parte de este dinero irá
destinado a la adquisición de munición, pero también de sistemas de
defensa aérea.

Los redoblados ataques con misiles, drones y disparos de artillería y
aviación lanzados por Rusia en vísperas del Día de la Victoria
demostraron que la capacidad antiaérea de Ucrania está
comprometida ante determinados tipos de cohetes hipersónicos del
Ejército ruso
, que son los que más daño han causado en las
infraestructuras militares ucranianas en los últimos días.

La ONU y China no ceden en reclamar negociaciones

Ni Putin ni Von der Leyen dieron este martes pábulo alguno a la
celebración de negociaciones para alcanzar un alto el fuego. Sí lo
hizo el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, al
recibir el Premio Europeo Carlos V en el monasterio de Yuste, en
Cáceres.

Guterres denunció la violación de la Carta de la ONU por la invasión
rusa, además del sufrimiento y la devastación causados a Ucrania y
su población, e hizo un llamamiento a la "negociación, mediación,
conciliación y arbitraje"
en el conflicto. "Debemos intentarlo todo
para resolver pacíficamente nuestros desencuentros", reclamó el
político portugués.

También se mencionó la necesidad de negociación durante la visita
que comenzó en Berlín el ministro de Exteriores chino, Qin Gang. Su
homóloga alemana, Annalena Baerbock, insistió en que Pekín puede
desempeñar "un papel decisivo" para poner fin a la guerra, gracias a
sus lazos con Rusia, pero también en su papel de miembro
permanente del Consejo de Seguridad de la ONU.

Qin, quien defendió la neutralidad de China en esta crisis, prometió
nuevos contactos de su país con las partes enfrentadas para buscar
ese alto el fuego y remarcó que la solución política es el único
camino para acabar con esta crisis.

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