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El PRI aspira a recobrar el poder con Peña Nieto

El candidato cultiva su imagen para conquistar la presidencia de México

MAJO SISCAR

Se pasea por el país para apoyar los eventos de sus compañeros priistas y acude a foros, encuentros e incluso a fiestas del corazón. Cabeza alta, sonrisa espléndida, tupé perfecto. Siempre mirando a cámara para asegurarse su aparición casi diaria en televisión. El exgobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, de 45 años, tiene muy claro que en su país la presidencia no se gana con buenos programas electorales, sino con popularidad. A eso está entregado desde que hace un par de años apostó por ser el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a los comicios de julio.

Su esfuerzo ha dado fruto y se ha convertido en el cabeza de cartel indiscutible de su partido después de que el senador Manlio Fabio Beltrones, otro peso pesado del PRI, renunciara a su candidatura. Iban a enfrentarse en unas elecciones internas en febrero, pero la retirada de Beltrones se produjo una semana después de que el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) decidiese repetir con Andrés Manuel López Obrador, quien perdió por sólo 100.000 votos en 2006 frente al actual presidente, Felipe Calderón.

Según Nieto, la presidencia no se gana con buenos programas electorales, sino con popularidad

Beltrones alegó que es 'un político que une y no que divide', pues 'debe privilegiarse la estrategia política partidista para ganar las elecciones'. Con Peña Nieto, el PRI ya se ve en el Gobierno, cuyo poder ostentó durante más de 70 años. Las encuestas lo avalan.

La hegemonía del PRI en México sólo se ha visto truncada por los dos últimos mandatos del Partido Acción Nacional (PAN). Pero la costosa estrategia de combate militar contra el narcotráfico emprendida por Calderón, con un alto coste de vidas humanas, ha hecho que la sociedad mexicana sienta nostalgia del PRI.

Una formación que, como reconoció en febrero el exgobernador priista de Nuevo León, Sócrates Rizzo, negociaba con la delincuencia organizada: 'De alguna manera, decían Tú pasas por aquí y tú por aquí, pero no me toques estos lugares'. Y ahora algo pasó'. Aunque las declaraciones escandalizaron a la opinión pública y Rizzose retractó, la idea persiste entre los mexicanos. Mientras,Calderón se apresura a cambiar la percepción que tiene el país de su cruenta política efectista contra los narcos.

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