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Pekín silencia la dimisión de Spielberg como asesor

'Relacionar Darfur con los Juegos no resolverá el conflicto', responde un portavoz chino.

ANDREA RODES, corresponsal

Corre el rumor en el mundo del cine de que el director estadounidense Steven Spielberg podría dirigir la séptima edición de Harry Potter. Si se confirma, seguro que será

noticia en los periódicos de China, donde las aventuras del joven estudiante inglés han batido récords de taquilla. Pero la prensa del gigante asiático

ignora por completo estos días a Spielberg, quien renunció el martes a su puesto de asesor artístico de los Juegos Olímpicos de Pekín, alegando que China no hace lo suficiente por detener el genocidio de Darfur, en Sudán.

“Lamentamos los comentarios de Spielberg”, dijo ayer en rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Liu Jianchao, en referencia al comunicado publicado el martes por el director norteamericano. Spielberg exigía a Pekín que ejerza su influencia sobre el Gobierno sudanés para detener las atrocidades en Darfur, donde la ONU estima que han muerto 200.000 personas desde 2003, por culpa de la guerra civil, el hambre y enfermedades.

China es el mayor socio comercial de Sudán. El país africano vende las dos terceras partes de su petróleo al gigante asiático a cambio de armas y productos de bajo coste.

La prensa china silenció ayer la polémica decisión de Spielberg. Pese a la censura mediática, miles de ciudadanos chinos están al corriente de lo que sucede gracias a Internet. La misma web de Team Darfur, una organización de atletas olímpicos internacionales para promover la conciencia pública sobre el conflicto sudanés, no está bloqueada y explica abiertamente el caso. Para los atletas olímpicos convertidos en activistas, ejercer presión sobre el Gobierno chino es menos delicado que hacerlo sobre las multinacionales que patrocinan los JJOO, ya que muchas también financian sus entrenamientos y equipamiento deportivo.

Atletas, artistas, intelectuales y activistas pro derechos humanos quieren aprovechar los últimos meses antes de los Juegos para ejercer presión.

Carta de protesta a Hu Jintao

El diario británico The Independent publicó ayer una carta firmada por un grupo de atletas, artistas e intelectuales, incluidos ocho premios Nobel de la Paz, en la que señalan que China, como anfitriona de los Juegos Olímpicos de 2008, “tiene una especial labor en apoyar los ideales olímpicos de paz y cooperación internacional”.

“Como primer socio económico, militar y político del Gobierno de Sudán, y como miembro permanente del consejo de Seguridad de la ONU, China tiene la oportunidad y la responsabilidad de contribuir a la paz de Darfur”, continúa la carta, dirigida al presidente chino Hu Jintao.

“Relacionar el caso de Darfur con los Juegos no ayudará a resolver el conflicto y no está en línea con el espíritu olímpico que separa el deporte de la política”, dijo ayer Liu. El portavoz chino insistió en que su Gobierno ha realizado esfuerzos continuados por estabilizar la situación en Darfur y que los miembros de la comunidad internacional, libres de prejuicios, no dudan de este hecho.  

La decisión de Spielberg, preocupado por el posible deterioro de su imagen pública, llega en un momento de relaciones tensas entre EEUU y China. El impacto mediático de los escándalos sobre seguridad de los alimentos y medicamentos importados de China en EEUU, las recientes detenciones por espionaje y los desequilibrios en la balanza comercial entre ambos países han deteriorado la imagen del gigante asiático en EEUU.  

Pekín teme que, a medida que se acerquen los Juegos, los activistas pro derechos humanos presionen cada vez más sobre asuntos delicados como Darfur, Tíbet, Taiwán y la libertad de prensa. Sin embargo, el boicot parece una posibilidad bastante remota.

“Boicotear los Juegos Olímpicos no ayudará a mejorar la situación de los derechos humanos en Darfur”, dijo ayer a la prensa la ministra británica para los JJOO, Tessa Jowell.

El Comité Olímpico Británico abrió la polémica la semana pasada anunciando que exigirá a sus deportistas que no hagan comentarios políticos ofensivos para China durante su estancia en Pekín.


La activista más conocida es la actriz Mia Farrow, quien acusó a Spielberg en marzo de 2007 de colaborar a “limpiar la imagen de Pekín”, si continuaba siendo consejero artístico de los Juegos. La última semana, propuso rebautizarlos como “Juegos Genocidas”.

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