BRUSELAS.- La OTAN ha anunciado este domingo el envío de buques a aguas turcas y griegas para vigilar el mar Egeo, en respuesta a la crisis migratoria a la que Bruselas no está dando respuesta. El secretario general de la Organización del Tratado de Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, justifica esta decisión en la necesidad de actuar contra las mafias de inmigrantes, y otros mandos de la Alianza han explicado que actuarán en coordinación con Grecia y Turquía, que estarán al tanto de las operaciones que desarrollen en sus aguas territoriales. 

En un comunicado remitido este domingo, Stoltenberg pone el parche antes de la herida, y asegura que el objetivo no es poner trabas a los inmigrantes que intentan llegar al Viejo Continente. "El propósito del despliegue de la OTAN no es frenar o devolver barcos con inmigrantes, sino ayudar a los aliados Grecia y Turquía, así como a la Unión Europea (UE), en sus esfuerzos por luchar contra el tráfico humano y redes de delincuentes que están alentando esta crisis" sostiene.

La misma misiva explica cómo el mando marítimo de la OTAN ya ha llegado a un acuerdo con la agencia de vigilancia de fronteras exteriores de la UE, Frontex, sobre los arreglos a nivel operativo y táctico. Ambas organizaciones tienen previsto intercambiar personal de enlace y compartir información a tiempo real para, siempre en palabras de Stoltenberg, permitir a Grecia y Turquía "tomar medidas en tiempo real". 

En esta línea, Stoltenberg ha sacado pecho porque hayan la OTAN y la UE puedan "trabajar juntos" para afrontar "retos comunes", y porque hayan llegado a un acuerdo en "tan poco tiempo". "En esta crisis, el tiempo es esencial y la cooperación clave", dijo el secretario general de la OTAN un día antes de la cumbre que la UE celebrará con Turquía para dar un impulso al plan de acción conjunto para frenar la llegada de refugiados a territorio comunitario.

Hasta la fecha, Bruselas ha sido incapaz de hacer frente a la crisis migratoria, de la misma forma que los gobiernos de los 28 por separado. En concreto, España sólo ha acogido a 18 refugiados de los 17.000 refugiados que se comprometió a recibir hace cuatro meses, sin que el Ejecutivo en funciones de Mariano Rajoy haya dado explicaciones concretas al respecto.