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Oriente Próximo Trump ofrece a los palestinos un estado en Gaza y la tierra de Cisjordania, a Israel

El “acuerdo del siglo” que prepara la administración Trump no puede ser más dañino para los palestinos. Revelaciones sobre el mismo que por primera vez trascienden al público muestran que Israel se quedaría con la práctica totalidad del territorio de la Cisjordania ocupada, una propuesta que está condenada al fracaso antes de su anuncio oficial.

Un chico sostiene una bandera palestina en medio del humo durante las protestas contra el traslado de la embajada de EEUU a Jerusalén. / Reuters

Eugenio García Gascón

El plan de paz conocido como “acuerdo del siglo” que prepara desde hace tiempo la administración de Donald Trump ofrecerá a los palestinos la creación de un estado en la Franja de Gaza y dará a Israel la tierra de la Cisjordania ocupada a cambio de importantes incentivos económicos, según ha publicado el diario Al Hayat este miércoles.

El rotativo árabe de Londres indica que el exministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, reveló el plan a los palestinos antes de su renuncia a mediados de noviembre, durante una reunión en la que oficialmente se habló del llamado Protocolo de París. Lieberman ha negado este extremo, aunque los datos que aporta Al Hayat son bastante precisos.

Los funcionarios palestinos citados por el periódico señalan que Trump y su equipo, un equipo que ideológicamente se alinea con la derecha nacionalista israelí más extrema, contempla la creación de un estado palestino solo en la Franja de Gaza y la soberanía palestina sobre la población palestina de la Cisjordania ocupada, pero no sobre el territorio de Cisjordania.

La soberanía palestina estaría sometida solo a la población de Cisjordania y no las tierras. El acuerdo prevé que los palestinos tengan jurisdicción únicamente sobre la población del área C, que representa el 13% de Cisjordania, algunas partes del área B, que comprende el 18% de Cisjordania, así como de una pequeña parte del área C, que representa el 60% de la Cisjordania ocupada.

Los asentamientos judíos que hay en Cisjordania, incluida Jerusalén este, y en los que viven más de 700.000 colonos israelíes, quedarían bajo la jurisdicción exclusiva de Israel, así como los cruces que hay en Cisjordania y sus fronteras externas con Jordania. La seguridad, el agua y el valle del Jordán quedarían así mismo bajo jurisdicción israelí.

El plan de la administración Trump incluye el control israelí sobre la mayor parte de la superficie de Jerusalén oriental, donde los palestinos aspiran a establecer su capital. A cambio de este plan draconiano, la administración de Washington prevé recaudar ingentes sumas de dinero de otros países de todo el mundo para establecer la infraestructura del futuro estado palestino en la Franja de Gaza, que contaría con aeropuerto, puerto, un pasillo marítimo y otros beneficios.

Rechazo de los palestinos

Los palestinos rechazan completamente estas ideas que Lieberman les presentó hace unas semanas, un extremo que el propio Lieberman, inmerso en la campaña electoral, ha negado hoy. Altos dirigentes como Mohammad Shteyeh o Saeb Erekat han dicho recientemente que las ideas de Trump son “inaceptables” y que la administración de Washington “está descalificada” para mediar entre las dos partes en conflicto.

El presidente Mahmud Abás dijo el pasado lunes que los palestinos lucharán contra el plan americano que consideran una “conspiración”. “Se trata de una conspiración que están urdiendo desde lejos. Dicen que esperemos al acuerdo, pero ¿a qué estamos esperando? Todo está sobre la mesa, ya no hay nada oculto, y lo que ofrecen lo rechazamos, lo rechazamos y lo rechazamos. Lucharemos para evitarlo puesto que no venderemos lo que nos es santo”, dijo 

El presidente palestino agregó que las sanciones que los estadounidenses les han impuesto no les harán cambiar de opinión. La presión que soportan los palestinos es enorme, aunque desde hace un año han interrumpido las conversaciones oficiales con representantes norteamericanos, concretamente desde que Trump anunció el traslado de la embajada desde Tel Aviv a Jerusalén.

El “acuerdo del siglo” lo está cocinando la administración Trump desde poco después que este entrara en la Casa Blanca, pero por un motivo u otro se ha ido demorando. Fuentes israelíes dijeron que la última fecha para presentar el acuerdo era el próximo mes de febrero, aunque ahora que se han convocado las elecciones israelíes para el 9 de abril, todo vuelve a quedar en suspenso.

Esta demora permite que Israel siga expandiendo las colonias judías a buen ritmo mientras Estados Unidos y la Unión Europea miran para otro lado. Está previsto que durante la campaña electoral en marcha en Israel, el primer ministro Benjamín Netanyahu apruebe nuevas construcciones judías en Cisjordania.

Con la filtración del diario Al Hayat está claro de que las posibilidades de resolver el conflicto son nulas mientras Trump sea el inquilino de la Casa Blanca. Para agravar la situación, la Unión Europea no mueve ni un dedo para resolver el conflicto presionando a Israel, la única manera de sacar a Israel de los territorios ocupados, una circunstancia que cada día está más lejos.

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