CARACAS.- Miles de opositores se han concentrado este jueves en varios puntos del este de la capital de Venezuela para participar en la denominada "Toma de Caracas", una marcha que pretende exigir una fecha para la convocatoria de un referéndum revocatorio con el que quieren destituir la presidente Nicolás Maduro. Las autoridades han organizado un gran despliegue policial para evitar actos violentos como los ocurridos en 2014, cuando durante unas manifestaciones violentas, también convocadas por la oposición, murieron 44 personas.

Los participantes en la protesta responden al llamamiento de la alianza de partidos Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Desde primera hora de la mañana han comenzado a congregarse en seis puntos de la ciudad vestidos de blanco y con banderas de Venezuela. Varios de los manifestantes han denunciado supuestos impedimentos de las autoridades que, según los dirigentes de la MUD, han restringido el acceso a la ciudad.

"Estamos presionando para que se nos reconozca y nos respete el derecho constitucional de revocar el Gobierno este año, y en la misma medida que nos afanamos en hacerlo de forma democrática y constitucional el Gobierno sigue tratando de impedirlo de cualquier forma", ha declarado el presidente del Parlamento venezolano, el opositor Henry Ramos Allup. Al respecto, el Movimiento de Solidaridad con Venezuela ha respondido también este jueves en una rueda de prensa en Madrid que "es la propia oposición la que sistemáticamente ha incumplido los plazos y conculcado la legalidad vigente para llevar a cabo esta herramienta democrática promulgada por la propia revolución bolivariana".

Seguidores de Maduro, por su parte, han convocado una contramarcha en la céntrica avenida Bolívar del municipio Libertador de Caracas para ratificar y demostrar el respaldo popular al presidente venezolano. El Ejecutivo asegura que los opositores pretenden atentar contra la estabilidad del Gobierno y ha efectuado varias detenciones, registros e investigaciones ante supuestos planes violentos.

En referencia a la denuncia del Gobierno, Ramos Allup ha declarado que la protesta debe "terminar conforme a los previsto, de manera pacífica, democrática, como una gran demostración de respuesta cívica y deseo del pueblo venezolano de activar el referendo revocatorio". "No prevemos ni deseamos ni queremos otro desenlace que no sea ese", ha agregado.