El alcalde de Nueva York, Eric Adams, declaró este domingo el estado de emergencia para vigilar la subida del precio de la leche en polvo para bebés, un producto que está sufriendo una escasez sin precedentes en EEUU. 

Esta medida "ayudará a tomar medidas enérgicas contra cualquier minorista que busque capitalizar esta crisis subiendo los precios de este bien esencial" ha señalado Adams, que ha querido mostrar también su compromiso con las familias neoyorquinas para apoyarles "durante este período desafiante". Una medida que ya aplicó el exalcalde, Bill de Blasio, al comienzo de la pandemia para controlar el precio de los desinfectantes y mascarillas.

La leche en polvo está sufriendo un aumento excesivo, en torno al 10%, de su precio habitual. Además, los padres están encontrando enormes dificultades para encontrar esta leche en las diferentes regiones del país. Una escasez que viene dada por los problemas en el suministro global ocasionados por la pandemia y la baja producción de Abbot, principal fabricante de leche para lactantes en EEUU. 

Anne Williams-Isom, vicealcaldesa de Salud y Servicios Humanos, ha denunciado que "la escasez de fórmula infantil en todo el país está perjudicando a los padres y las familias" de Nueva York en un momento en el que todavía se están recuperando de la crisis de los últimos dos años. Según el Ayuntamiento de Nueva York, a nivel nacional, más del 40% de los grandes minoristas no tienen fórmula para lactantes.

El presidente de los EEUU, Joe Biden, autorizó el pasado miércoles al Departamento de Defensa para que pudiera usar contratos que tiene con aerolíneas comerciales para importar la leche en polvo desde cualquier lugar del mundo. Además, Biden aplicó una ley, que data de los años de la Guerra Fría, para acelerar la producción de ese alimento en el país.