TIFLIS.- El enclave armenio de Nagorno Karabaj, desde hace cuatro días escenario de duros combates entre armenios y azerbaiyanos, ha acusado este martes a las tropas de Bakú de atacar sus posiciones con lanzacohetes de boca múltiple "Smerch" (Tornado), de fabricación rusa.

"Los 'Smerch' golpearon la zona norte de la línea del frente. No hubo víctimas", explicó a medios locales un portavoz de la república. El Ministerio de Defensa de Azerbaiyán respondió que aunque tiene este tipo de armamento, no lo han empleado todavía. "Tenemos sistemas "Smerch" a nuestra disposición, pero todavía no las hemos usado", dijo el portavoz de la cartera azerbaiyana, Vagif Dargiajlí.

Cuatro días después de la grave escalada de tensión, la más violenta desde la declaración del alto el fuego en 1994, los combates en la línea de separación entre las tropas azerbaiyanas y armenias continúan con empleo de artillería, tanques, helicópteros y aviones no pilotados.

Bakú ha reiterado este martes su amenaza de lanzar una amplia ofensiva sobre Stepanakert, la capital del territorio secesionista disputado desde hace más de un cuarto de siglo entre Armenia y Azerbaiyán, si Ereván "continúa atacando a la población civil azerbaiyana" que vive cerca de la zona del conflicto.

Azerbaiyán insistió en que las tropas armenias atacan núcleos residenciales azerbaiyanos y advirtió que "con sus acciones, la parte armenia acerca el ataque (con misiles) sobre Jankedi", que es como se conoce la capital karabají en la nomenclatura azerbaiyana.

"Armenia debe liberar todos los territorios ocupados de Azerbaiyán, incluido en Nagorno Karabaj"

El viceministro de Exteriores azerbaiyano, Jalaf Jaláfov, ha dejado claro este martes que su país no está dispuesto a tolerar durante más tiempo el estatus político actual del enclave de Nagorno Karabaj, ocupado desde 1994 por tropas armenias. "Armenia debe liberar todos los territorios ocupados de Azerbaiyán, incluido en Nagorno Karabaj, y el conflicto debe ser resuelto en el marco de la soberanía e integridad territorial de Azerbaiyán", dijo Jaláfov en una reunión del grupo de trabajo para la convención sobre el estatus jurídico del mar Caspio.

Ereván respondió que con el "inicio de las acciones militares y la negativa a negociar, Azerbaiyán lo está haciendo todo para conservar el estatus" del enclave, en manos de Armenia desde el fin de la guerra que enfrentó a los dos países entre 1992 y 1994 y causó 25.000 muertos.

Jaláfov, sin embargo, desmintió que las tropas de su país iniciaran una ofensiva sobre Nagorno Karabaj en la madrugada del pasado sábado con el objetivo de reconquistar parte del territorio y descongelar un conflicto en punto muerto desde hace más de 20 años. Las fuerzas azerbaiyanas, aseguró, se limitaron a responder "a un intenso ataque de Armenia, que atacó con su artillería a la población civil azerbaiyana que reside en las zonas próximas al frente".

Discusión sobre el número de bajas

En medio de una guerra informativa sin cuartel, las autoridades de los dos países cuentan por cientos las bajas mortales en el bando enemigo y minimizan a poco más de una decena los suyos propios, sin que apenas transcienda información fiable de fuentes independientes.

El Ministerio de Defensa azerbaiyano reconoció haber perdido a 16 soldados en las últimas 48 horas, y cifró al mismo tiempo en 70 a los muertos en las filas armenias. A su vez, las autoridades de la república secesionista aseguraron el lunes haber matado a unos 300 soldados azerbaiyanos y destruido 25 tanques azerbaiyanos en tres días de intensos combates, y admitieron sólo 20 bajas en sus filas.

El conflicto se remonta a los últimos años de la Unión Soviética, cuando la entonces región autónoma azerbaiyana de Nagorno Karabaj, de población mayoritariamente armenia, pidió en 1988 su incorporación en la República Soviética de Armenia, lo que desembocó en repentinos brotes de violencia étnica.