"Yo me dediqué a cambiar el mundo y no cambié un carajo, pero estuve entretenido", responde Pepe Mujica en una entrevista publicada por El País. El expresidente uruguayo acaba de superar un cáncer de esófago a sus 89 años y pronto vivirá la segunda vuelta de unas reñidas elecciones presidenciales, aunque será la segunda vez que lo haga como espectador.

En la entrevista de el diario El País, Mujica se muestra tan optimista como lo hemos ido viendo durante estas últimas semanas. Un expresidente que mira de frente a la muerte, agradecido con la complicada vida que le ha tocado vivir, y que cree que hay posibilidades para su Frente Amplio: "Podemos ganar. No es fácil, pero podemos ganar porque tenemos un buen candidato. Hicimos una buena campaña", termina.

Mujica demuestra que no es ajeno a la ola de populismo de extrema derecha que asola el mundo, y del que tienen un ejemplo cercano: la Argentina de Javier Milei. "Si el liberalismo es eso, es una mugre", dice cuando le preguntan sobre el presidente argentino, Jair Bolsonaro o Donald Trump, a los que acusa de haber convertido el liberalismo en "un recetario económico".

No es la primera vez que el exmandatario uruguayo confronta con los políticos ultra de su región. En el pasado aseguró que Bolsonaro tenía responsabilidad política en los asaltos en Brasilia tras su derrota en las elecciones frente a Lula, o dijo que las políticas de Milei eran "una locura".

Pepe Mujica y el Frente Amplio son un ejemplo en el que muchas izquierdas se miran. "Las izquierdas tienen que aprender a encontrar caminos del medio que hagan sustentable lo más importante, que es la unidad, porque desunidos no van a ningún lado", dijo ya en el pasado el expresidente uruguayo, que nunca deja de reivindicar el amor y la moral para hacer frente a los retos del futuro.