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La molesta ayuda de las ONG a los palestinos

Israel protesta porque España aporta dinero para reconstruir casas demolidas

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

En cualquier país donde hay ocupación existen organizaciones que adoptan la desobediencia civil para la luchar contra la ocupación, y eso es lo que hacemos nosotros. Creemos que la desobediencia civil puede mejorar el mundo', explica Meir Margalit.

Margalit es el coordinador de ICAHD, el Comité Israelí Contra la Demolición de Casas, una ONG que desde hace diez años denuncia la destrucción de viviendas palestinas en el sector ocupado de Jerusalén (el Este), y a menudo ayuda a sus inquilinos a reconstruirlas contando con la ayuda de otras ONG extranjeras, principalmente europeas.

Desde la victoria electoral de febrero, el Gobierno de Binyamin Netanyahu ha puesto en marcha una ofensiva diplomática contra los países que colaboran con las ONG israelíes progresistas y ha colocado en el punto de mira a países como Holanda, el Reino Unido y España.

En julio, el objetivo fue Romper el Silencio, un pequeño grupo de ex soldados que denuncia los abusos que cometen los militares en los territorios ocupados. La gota que colmó el vaso de la paciencia israelí fue un informe de Romper el Silencio sobre la invasión de Gaza en enero, publicado el mes pasado, en el que algunos soldados reconocían implícitamente que el Ejército había cometido crímenes de guerra durante la invasión.

Esta semana, el objetivo es ICAHD. El Jerusalem Post ha abierto la veda con un reportaje titulado 'España está ayudando a reconstruir casas ilegales en Jerusalén Este', que se centra en España pero que tiene en su punto de mira a todos los países que colaboran con las ONG israelíes progresistas.

En el candelero están las viviendas de Muhamad Sabaih y Saleh Aywad, situadas en el barrio de Anata, al nordeste de Jerusalén, dos edificios que el Ayuntamiento de Jerusalén ordenó destruir argumentando que eran 'ilegales'.

Una gran parte de las viviendas palestinas de Jerusalén son 'ilegales' para Israel, aunque no lo son según las leyes internacionales, puesto que lo que sí es ilegal es la ocupación israelí de la parte oriental de la ciudad. El Ayuntamiento de Jerusalén sencillamente no da permiso a los palestinos para construir, lo que causa gran escasez de viviendas en la zona oriental. Muchos de los residentes, a lo largo de los años, se han visto obligados a construir sin los permisos municipales y el Ayuntamiento ordena demoliciones continuamente.

La comunidad internacional lleva años protestando por este comportamiento. No sólo los países europeos, como siempre subraya Israel, sino también EEUU, incluidas las administraciones republicanas, han denunciado desde hace muchos años una política que algunos califican abiertamente de 'limpieza étnica'.

Este verano ICAHD ha organizado por séptimo año consecutivo un campamento de verano para jóvenes de Europa, Latinoamérica, EEUU y Canadá. Han acudido 65 voluntarios de varios países, y el grupo más numeroso es el español, con 42 jóvenes de Madrid, Barcelona, Andalucía y Galicia, de ahí las críticas contra España.

Además de la reconstrucción de las dos casas de Anata, los voluntarios iban a construir once cuartos de baño en una pequeña aldea palestina cerca de Hebrón. Pero el Ejército israelí confiscó los materiales para las obras y el proyecto ha tenido que suspenderse. 'La Policía israelí también nos prohibió que continuáramos sacando piedras de un camino que utilizan los beduinos al sur de Hebrón', comenta una monitora del grupo.

El viceministro de Exteriores israelí, Danny Ayalon, ha mostrado su disgusto con el comportamiento de los gobiernos occidentales que colaboran con ONG progresistas. 'Israel es una democracia fuerte, con una fuerte tradición democrática, donde se respeta la ley y hay un sistema judicial independiente. Las ONG tienen derecho a tener sus propias agendas, pero es peligroso que crucen la línea de los asuntos políticos internos', advirtió Ayalon.

Los israelíes dicen que España está financiando las actividades de ICAHD con 80.000 euros anuales y añaden que ésta no es la única aportación del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero a ONG israelíes progresistas, puesto que varias ONG españolas están colaborando con Romper el Silencio, aportando 80.000 euros, y con la Asociación por los Derechos Civiles de Israel, con otros 100.000 euros donados en el último ejercicio.

'La ayuda que nos llega de España proviene de dos ONG: Socialismo sin Fronteras y Pau Ara (Paz Ahora)', dice Margalit, quien también es concejal en el Ayuntamiento de Jerusalén en representación del partido liberal Meretz. 'Estamos profundamente agradecidos a estas dos ONG por su valentía frente a la violación sistemática de los derechos humanos que se produce en los territorios ocupados. Con estas ayudas, y con las que recibimos de otros países, tratamos de reparar el daño que se hace a las familias palestinas cuyas casas ordena demoler el Ayuntamiento'.

'Es natural que Israel no acepte nuestras actividades, que son actividades disidentes, y que, en cambio, apoye a quienes respaldan su política nacionalista, pero nosotros seguiremos haciendo lo mismo. Y confiamos en que el Gobierno español sabrá frenar a la embajada de Israel en Madrid y nos seguirá apoyando', añade Margalit.

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