En México, el crimen organizado es un monstruo que lo fagocita todo. Ha corrompido el poder político, el sistema judicial, la Policía, el Ejército y en las últimas semanas ha devorado también, de un bocado, la esperanza que decenas de miles de mexicanos habían depositado en la marcha nacional contra la violencia encabezada por el poeta Javier Sicilia después de que le arrebataran a su hijo.

A medida que la caravana de Sicilia ha ido creciendo en popularidad, las críticas a la guerra del narcotráfico que se han cobrado 40.000 muertos durante la presidencia de Felipe Calderón han ido suavizándose y exigencias como la dimisión del jefe de la Policía mexicana, Genaro García Luna, han desaparecido. No parece casualidad que, según ha desvelado la prensa, a algunos de los abanderados de la movilización les hayan prometido cargos políticos.

Los sicarios actúan con impunidad: hay sólo dos condenas por cada cien delitos

Los vínculos entre el narcotráfico y el poder son tan fuertes que México sólo podrá frenar la expansión del crimen organizado y el auge de la violencia 'autopurgándose', en un proceso 'similar al de Manos Limpias' en la Italia de los noventa, aseguró ayer en Madrid Edgardo Buscaglia, asesor de Naciones Unidas.

'García Luna es un inepto. Ha sido el arquitecto de las políticas de seguridad del presidente Calderón, el arquitecto de un fracaso, de una tragedia. En la mayoría de países habría tenido que dimitir', subrayó Buscaglia durante un coloquio sobre el narcopoder en Casa América. 'Calderón declaró una guerra sin respaldo, que sólo ha servido para generar más dolor en la sociedad', añadió la periodista mexicana Cynthia Rodríguez.

Francisco Thoumi, miembro del Observatorio del Crimen Organizado en América Latina y el Caribe, señaló que la violencia actual en México no se entiende sólo por el consumo de droga en EEUU y las armas que este país suministra a los cárteles, algo que también ocurría hace una década, sino que es necesario remontarse a la caótica transición política, durante la cual 'la delincuencia organizada pasó de estar gestionada por el Estado a ser ella la que controla partes del Estado'.

'Legalizar las drogas necesita una política de salud pública', dice Buscaglia

Para Buscaglia, México es 'un rompecabezas de fragmentos que pertenecen a diferentes grupos organizados'. Un cártel se ha infiltrado en la Policía de un estado, mientras otro lo ha hecho en la Policía municipal, por lo que agentes de ambos cuerpos 'se tirotean entre ellos', describió el asesor estadounidense.

Además, los tentáculos del narcotráfico ahogan también a la Justicia. Un estudio de la Universidad de Monterrey ayuda a entender la impunidad con la que actúan los sicarios: por cada cien delitos, los jueces sólo dictan dos condenas, es decir, el 98% de los crímenes quedan impunes.

Los ponentes se mostraron a favor de despenalizar el consumo de cannabis, tal y como sugirió el pasado 3 de junio el Comité de Políticas Antidrogas. Sin embargo, destacaron que para legalizar el cannabis es necesaria primero una política de prevención y salud pública. También creen que la despenalización es una cortina de humo y que las verdaderas armas contra el narcotráfico son otras, como confiscar sus bienes y congelar sus fondos. Meter mano a ese dinero con el que ahora el monstruo lo compra todo.