Público
Público

Más de 20 civiles mueren en ataques en Afganistán

Dos explosivos estallan al paso de un minibús y de un camión en Herat

ANTONIO PAMPLIEGA

La escalada frenética de la violencia este verano en Afganistán está causando un reguero de muerte. Una bomba explotó al paso de un minubús en Herat, al oeste del país, y mató a 22 pasajeros, entre los que había mujeres y niños.

Decenas de personas resultaron heridas y fueron evacuadas en helicóptero hasta un hospital. Pocos minutos después, un segundo artefacto estalló al paso de un camión y causó la muerte de una persona. Mientras, en la provincia oriental de Paktia, la insurgencia afgana volvió a atentar contra su objetivo favorito, las tropas de la OTAN, pero las dos víctimas mortales fueron soldados afganos.

Ningún grupo se atribuyó los ataques en Herat, aunque los insurgentes suelen sembrar de minas y artefactos explosivos improvisados (IED en sus siglas en inglés) las rutas más transitadas del país para atacar los convoys internacionales. Por el contrario, un portavoz talibán confirmó su autoría del atentado contra la base militar y señaló que habían muerto soldados estadounidenses. La OTAN lo desmintió.

'A las siete de la mañana, un terrorista suicida, que conducía un pequeño camión repleto de madera, se inmoló en la entrada de la base de EEUU. Los guardias afganos de la puerta principal le dieron el alto, a lo que el conductor hizo caso omiso y consiguió traspasar la primera puerta de acceso. Sin embargo, ante la imposibilidad de traspasar la segunda decidió detonar la carga sin haber conseguido su objetivo', confirmó Abdul Ihay Atrafi, comandante de la Policía de Fronteras.

'Las medidas de seguridad han funcionado perfectamente', sentenció Atrafi, refiriéndose a los bloques de hormigón que impidieron al insurgente llegar hasta la puerta principal y causar un número aún mayor de víctimas.

El complejo acoge uno de los equipos extranjeros de reconstrucción

La base atacada alberga un Equipos de Reconstrucción Provincial (PRT en sus siglas en inglés). Estos equipos son los encargados de la reconstrucción del país. Desde escuelas a hospitales, pasando por carreteras o puentes, los diversos PRT repartidos por todo el país tienen como función ayudar a la población civil y cambiar la mala imagen que los afganos tienen de las tropas extranjeras. En todo el país hay un total de veinte equipos, formados por personal militar y personal civil occidental.

La provincia de Paktia es una de las más beligerantes dentro de la orografía de la guerra afgana. La presencia de la insurgencia, en especial de la red Haqqani, se ha incrementado en los últimos años y se ha convertido en un quebradero de cabeza para la OTAN.

La Alianza Atlántica lucha sin tregua contra unos insurgentes que cuentan con bases en las zonas tribales de Pakistán, desde donde lanzan sus ataques contra objetivos de ISAF. Su terreno montañoso es perfecto para lanzar ataques a pequeña escala y huir por la frontera sin ser descubierto, una táctica que está explotando al máximo la insurgencia afgana.

La violencia en Afganistán está alcanzado cotas insospechadas. Cuando están a punto de cumplirse diez años de la caída del régimen de los talibanes, la ONU advierte de que en los seis primeros meses del año han muerto 1.462 civiles, un 15% más que en el mismo periodo del año pasado.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias de Internacional