Kofi Annan inauguró esta mañana en Ankara la ronda de negociaciones que llevará a cabo como enviado especial de Naciones Unidas, con todas las partes implicadas en el conflicto sirio para tratar de poner fin a la masacre de civiles.

El exsecretario general de la ONU se reunió esta mañana con seis representantes del Consejo Nacional Sirio, organismo opositor al régimen de Bachar al Asad.

'Esperamos una solución de buena voluntad; el fin de semana hicimos propuestas al gobierno sirio y esperamos que Bachar al Asad dé una respuesta hoy', dijo. 'Cuando tengamos la respuesta de Asad, sabremos cómo reaccionar. El pueblo sirio tiene ciertas demandas y merecen que se cumplan. Cuando empecé esta misión, subrayé que su principio básico es el bienestar del pueblo sirio', reiteró.

Annan llegó ayer a Turquía tras una misión infructuosa de dos días en Damasco y un breve paso por Qatar. En declaraciones a los medios dijo que 'el mundo debe mandar un mensaje claro y unido para frenar las masacres', pero añadió que la solución no se encontraría en un día.

Por la noche se reunió con el primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, sin que trascendieran los detalles de la conversación. Esta mañana se conoció que el Gobierno turco quiere organizar una reunión de los Amigos de Siria, que agrupa a la mayoría de países árabes y occidentales, el próximo 2 de abril para encontrar la forma de presionar a Asad.

Más de 50 países estuvieron representados en la primera reunión de ministros de Exteriores del grupo en Túnez a finales de febrero.

El Consejo Nacional Sirio, el principal órgano de la oposición civil, ha firmado hoy un acuerdo con el Ejercito Libre Sirio (ELS) para dirigir una parte de sus fondos a la financiación de las actividades de los soldados rebeldes.

El número dosdel ELS, coronel Malek Kurdi, aseguró que ese dinero 'e destinará al apoyo logístico y a la compra de armas ligeras para defesnder al pueblo sirio'. Y explicó que los fondos proceden de ayudas concedidas por algunos países y empresarios árabes, además de donaciones de hombres de negocios sirios, que financian la revolución.

Aun así, en su opinión, una intervención militar extranjera es 'la vía ideal para detener las matanzas y evitar que el país caiga en la guerra civil que desea el régimen'.