En los días de partido, las hinchas del fútbol en Irán abarrotan los centros comerciales y las cafeterías de Teherán, con sus caras pintadas con la bandera nacional y llenas de emoción, mientras siguen a su selección en pantallas gigantes junto a los hombres.

A las mujeres iraníes se les ha prohibido presenciar partidos de fútbol masculino en los estadios desde la Revolución Islámica de 1979, pero eso no ha impedido que los disfruten, aunque sea desde lejos.

Las hinchas han hecho campaña durante mucho tiempo para que se les permita ver fútbol masculino y, ocasionalmente, se ha permitido que un número limitado de mujeres ingrese a los estadios.

La muerte este mes de una hincha que se prendió fuego en protesta por su arresto tras asistir a un partido ha llamado la atención internacional sobre la exclusión de las mujeres. Irán también está bajo presión de la FIFA para que cambie su postura.

Tras un partido en un concurrido café, Somayé Rajabpur dijo que "mirar así es más emocionante". Mahsa Alipur, otra hincha, sostuvo: "A toda la gente le encanta. Aman el fútbol. Personalmente, aunque no sé mucho sobre fútbol, estoy muy entusiasmada con los partidos".

El jefe de gabinete del presidente iraní, Hasán Rohani, dijo la semana pasada que a las mujeres se les permitiría ingresar a los estadios si se frenaba el lenguaje grosero en los cánticos y los esporádicos hechos de violencia.

Así, el portavoz del Gobierno, Alí Rabiei, señaló en una conferencia de prensa: "Creemos que las mujeres pueden ingresar a los estadios, pero estoy seguro de que están de acuerdo en que una parte de la sociedad está preocupada por su presencia". En este sentido, el propio Rabiei confirmó que habrá aficionadas presentes en el próximo partido de la selección iraní ante Camboya. "Su presencia [en los estadios] aumentará paso a paso", prometió.