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Para los indecisos cuenta más el candidato que el partido

Una gran parte de los que votan hoy en New Hampshire duda entre elegir a Obama o a McCain

ISABEL PIQUER

Para algunos es la personalidad. Para otros, las ideas. En muy pocos casos es el partido. Los votantes independientes de New Hampshire quieren ver y tocar, escuchar y contrastar, antes de tomar una decisión. Se lo pueden permitir. Es un estado tan pequeño que resulta fácil encontrar un mitin a menos de media hora en coche. La mayoría no tomará su decisión hasta el último momento. Ellos decidirán hoy si los dos grandes favoritos, el demócrata Barack Obama y el republicano John McCain, se llevan la segunda etapa de las primarias.

De hecho y aunque parezca sorprendente, muchos de estos independientes, casi la mitad del electorado, dudan entre el vencedor de Iowa y el veterano senador de Arizona.Lynn Shurr y su marido David se han dado un atracón de mítines durante el fin de semana, seis en total. 'Es algo que sólo podemos hacer aquí', subraya ella. En Salem, una pequeña localidad al norte de Boston, no tuvieron que hacer muchos kilómetros. Por la mañana escucharon a McCain contestar preguntas del público en el gimnasio de la Woodbury High School y ahora por la tarde están esperando a ver a Obama en el auditorio de la otra escuela del pueblo. La cola es tal que han tenido que instalar pantallas en la cafetería para asegurar que nadie se quedará en el frío.

Lynn es tradicionalmente conservadora. Iba a votar a Romney hasta que vio los anuncios negativos contra McCain. Ahora se ha pasado al demócrata Bill Richardson, que sobrevive como puede en las primarias, 'porque tengo una amiga que vive en Nuevo México que dice que ha sido muy buen gobernador'. Pero también le gusta Obama y podría volver a cambiar de idea. David, su marido, vio a la nueva estrella demócrata hace tres meses y aunque cree que votará a McCain, ha vuelto por curiosidad, 'para ver si es consistente con sus ideas y si el éxito de Iowa no le ha cambiado'.

Una vez más, ésta es una elección minoritaria. En Iowa votaron unas 340.000 personas. En New Hampshire se esperan unas cuantas más. Pero la proximidad con el caucus de Iowa y la cobertura masiva de la prensa han convertido lo que suele ser un tema de partido en un auténtico show mediático.

Ayer, Obama empezó a las siete y media de la mañana y terminó a las doce de la noche. Sus asesores temen que McCain pueda arrebatarles esos preciados votos independientes y dejarles a merced de Clinton. McCain, por su parte, tiene poco margen respecto a Mitt Romney, pero este último no es muy popular en New Hampshire, pese a tener aquí su residencia de verano y haber sido gobernador del vecino Massachusetts.

Gene Porter fue compañero de clase de McCain en la academia naval. Durante la Guerra Fría sirvió en un submarino nuclear. Apoya al veterano candidato pero se declara independiente. 'Me reservo mi voto para las elecciones de noviembre'. Le gusta mucho Obama. 'Me encantaría poder votar en las primarias de los dos partidos. De hecho creo que harían un tándem estupendo', afirma.

Obama cambia de mensaje

Barry Rogers, es ingeniero. También ha hecho la cola para ver al candidato demócrata. Salió rápido del mitin de McCain, compró un bocadillo 'que me ha sentado fatal' y se puso a esperar. 'Siempre he votado republicano, aunque me considero moderado; iba a votar a McCain, pero ahora estoy pensando en cambiar a Obama. Por eso he venido a verle. Me interesa saber quién es', dice.

Ann Dunham, una voluntaria de la campaña, presenta a Obama en el mitin de Salem. Cuenta que era una republicana infeliz hasta que leyó el libro de memorias del demócrata y se unió a la causa del 'líder visionario de su generación'.

Obama, consciente de lo que se juega, ha matizado su mensaje de cambio para incluir a estos conservadores moderados. 'Después de los mítines, muchos se acercan a mí y me dicen bajito: ‘Barack, soy republicano, pero le apoyo'. Yo les doy las gracias hasta que me pregunto, de pronto, por qué estamos susurrando', cuenta en el auditorio de la escuela, lleno hasta la bandera. 'Después de la avalancha de esperanza en Iowa ya lo dicen alto y claro'.

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