MADRID
Obras maestras de la literatura universal como el Orlando de Virginia Woolf, no podrán ser vendidas en Hungría cerca de las iglesias y colegios, por la nueva ley anti-LGTB+ del Gobierno de Viktor Orbán.
Además, siguiendo la normativa homófoba aprobada en junio, las librerías deben ocultar con un embalaje cerrado las obras para menores que tengan temática LGTB+.
Orlando relata la vida de un noble inglés que atraviesa varias épocas y que se transforma en mujer. Fue publicada en 1928 y está considerada la obra más brillante de Woolf por su espíritu transgresor.
Estas limitaciones se especifican en un reciente decreto que incluye una guía sobre la aplicación de la ley anti-LGTB+, que ha causado una enorme incertidumbre por la ambigüedad de su redacción.
Safo, Ovidio o Shakespeare también vetados
También se verían vetados o censurados otros clásicos como poemas de Safo o la Metamorfosis de Ovidio. Además, versos de los franceses Paul Verlaine, Arthur Rimbaud, novelas del alemán Thomas Mann o dramas y sonetos del inglés William Shakespeare, entre muchísimos otros, tampoco se aceptarán
El gobierno ultranacionalista húngaro insiste en que la normativa es necesaria para proteger a los niños. Estas indicaciones forman parte de una ley más amplia que aumenta las penas por pedofilia y crea una base de datos de delincuentes sexuales.
En contra de esta medida además de la oposición y grupos de derechos humanos, está la Comisión Europea y la mayoría de los Gobiernos de la Unión Europea (UE), ya que ven la normativa como una forma de discriminar y estigmatizar a la comunidad LGTB+.
A comienzos del mes de septiembre quedará prohibido exhibir y colocar en escaparates productos dirigidos a menores donde se exponga la sexualidad de manera "arbitraria" o que muestren el cambio de sexo o la homosexualidad.
No solo eso, los libros con dicho contenido deberán ser exhibidos dentro de las librerías por separado y en un embalaje que los distinga, aunque el Gobierno no ha especificado si el envoltorio puede ser transparente o no.
En julio impusieron una multa de un equivalente a 800 euros a una filial de la mayor cadena de librerías del país, Lira Konyv, por no etiquetar claramente un libro para niños que representa a familias con padres del mismo sexo. El argumento fue que había vulnerado las reglas de protección del consumidos por no indicar que el libro contenía "material que se desvía de la norma".
Ambigüedades y arbitrariedades
"No queda claro qué significa prohibir la presentación arbitraria de la sexualidad y del cambio de sexo, ya que en base a estos criterios obras maestras de la literatura húngara y universal pueden ser prohibidas", ha afirmado recientemente la Federación de Editoriales y Librerías (MKKE) en un comunicado.
Tamás Dombos, miembro de la directiva de la Sociedad Háttér, que defiende los derechos LGTB+, ha explicado que "el decreto no fue pensado", y señala que el texto habla de publicaciones dirigidas a menores, pero no especifica qué pasaría con los libros destinados a mayores ni dónde está la diferencia.
"No aclara los dilemas básicos que ya estaban presente en la ley, como qué significa propagar o presentar estos temas", prosigue el activista tachando el decreto de "ridículo", y difícil de poner en la práctica.
Dombos subraya que justo ese carácter ambiguo de la ley es lo que la hace peligrosa, ya que "podría haber una interpretación muy restrictiva, que hasta podría llegar a prohibir" ciertas publicaciones y libros.
Protestas
En junio cuando aprobaron la ley ya se produjeron protestas y al mes siguiente la Comisión Europea abrió un procedimiento contra Hungría por discriminar al colectivo LGTB+. Al mismo tiempo, en el país varias organizaciones adelantaron que desobedecerán la norma.
La revista Elle publicó en el número del mes de agosto tres portadas diferentes, con una pareja cada una, una gay, una lesbiana y una heterosexual, bajo el lema de "One Love" (Un amor).
La editora jefe de Elle, Katalin Gál, explicó al diario digital 168ora que las portadas no son escandalosas sino la ley, y que ni por un momento pensaron en no publicarlas. Gál cree que el objetivo de la ley es "forzar la autocensura".
Una petición contra "la ley homófoba creada según el modelo ruso" ha recogido más de 130.000 firmas, mientras que empresas mediáticas como el grupo alemán RTL o el estadounidense HBO han protestado contra la legislación.
Hungría a favor de la igualdad
A pesar de las políticas del primer ministro, el ultranacionalista Viktor Orbán, varias encuestas publicadas en los últimos dos meses apuntan a que la mayoría de los húngaros están a favor de la plena igualdad en derechos de las personas LGTB+.
Según datos de una encuesta reciente, el matrimonio de personas del mismo sexo es respaldado por el 59 % de los húngaros, frente al 33 % de 2019.
Y una abrumadora mayoría del 83 % no cree en la afirmación de que alguien puede convertirse en homosexual tras oír hablar sobre orientación sexual en la escuela.
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