El pasado 11 de noviembre la plataforma de criptomonedas FTX se declaraba en bancarrota tras perder 1.000 millones de dólares de fondos de clientes. Este jueves, dos altos ejecutivos se han declarado culpables de cargos relacionados con su papel en este suceso. Según un expediente judicial, la empresa debía a sus 50 mayores acreedores casi 3.100 millones de dólares (2.919 millones de euros).

El fundador de la plataforma, Sam Bankman-Fried, ha sido acusado por fraude, detenido en Bahamas y extraditado hasta Nueva York la noche del miércoles, donde está acusado de ocho cargos por la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York. Entre los delitos que se le imputan están los de fraude electrónico, lavado de dinero, conspiración para malversar fondos de clientes y violación de las leyes de financiación de campañas políticas. 

Bankman-Fried se encuentra en libertad bajo fianza de 250 millones de dólares (unos 236 millones), y se enfrenta a una serie de cargos penales tras comparecer este jueves ante un juez federal, según la información compartida por el periódico estadounidense Financial Times.

La extradición del creador de FTX se produjo justo tras la declaración de culpabilidad de dos de sus socios, anunció el miércoles el fiscal federal de Manhattan, Damian Williams. La exdirectora ejecutiva de la empresa inversora de FTX, Carolyn Ellison, y el cofundador de FTX, Gary Wang, se declararon culpables de cargos criminales "en relación con su papel en el fraude que contribuyó al colapso" de la compañía, dijo Williams.

El fiscal añadió que ambos están colaborando con su investigación sobre "el gran proyecto de fraude" que supuestamente lideró el gurú de las criptomonedas, y que contribuyó al espectacular desplome de la compañía, que ha causado estragos en el sector.