Dos jóvenes palestinos han muerto este martes tras ser alcanzados por varios disparos de las fuerzas de seguridad israelíes durante una serie de redadas en Cisjordania ocupada, según han informado fuentes oficiales de ambas partes.

La primera de las operaciones ha tenido lugar en el campo de refugiados de Balata, en la ciudad de Nablus. La víctima, un joven palestino de 16 años, recibió múltiples disparos en la cabeza, el pecho, el estómago y la mano y murió en el acto. Otros tres menores recibieron heridas de bala y fueron trasladados de inmediato a un hospital cercano.

La Policía de Fronteras israelí se ha defendido asegurando que sus fuerzas se encontraban llevando a cabo una operación de arresto a un hombre vinculado al terrorismo; tras la cual, fueron supuestamente atacadas por residentes de la zona a los que dispersaron con disparos.

"Cuando las fuerzas abandonaron el campo de refugiados, comenzaron violentos disturbios que incluyeron el lanzamiento de explosivos y piedras y diversos objetos contra los policías", informó en un comunicado.

La segunda redada tuvo lugar en el campo de refugiados de Qalandia, al norte de Jerusalén, donde un joven de 20 años murió por disparos de soldados israelíes. Su fallecimiento fue confirmado por el Ministerio de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que informó, además, de que otros seis jóvenes sufrieron heridas de bala y fueron trasladados a un hospital de la ciudad cisjordana de Ramala.

Al menos 20 palestinos fueron detenidos y decenas resultaron heridos producto de estos enfrentamientos con soldados y policías israelíes.