La presencia española en la guerra de Afganistán y su principal objetivo de afganización que pretende transferir el control militar y civil a los afganos ha dado sus primeros frutos en las últimas semanas con la formación del primer batallón de infantería del Ejército Nacional Afgano.

Los 569 militares que integran dicho grupo arribaron ayer a Qala i Naw, capital de la provincia de Badghis, donde las fuerzas españolas disponen de su mayor cuartel en el país, la base Ruy González de Clavijo. Los nuevos efectivos reforzarán la seguridad de la provincia, tanto en la capital como en los puestos avanzados de Muqur y Ludina, en el marco de las operaciones cotidianas que desarrolla la misión ISAF de la ONU en el país. Hasta ahora, eran los militares españoles quienes se encargaban de la seguridad en Badghis.

Las nuevas fuerzas afganas han sido instruidas en la capital del país, Kabul, 'donde están las mejores instalaciones' para poder realizar la formación, según explicaron desde el Ministerio de Defensa. Asimismo, indicaron que el adiestramiento aún no ha concluido para esos 569 militares. A partir de ahora, los equipos operativos de asesoramiento y enlace (OMLT) españoles se encargarán de instruirlos en 'operaciones específicas'.

Se trata de la culminación de la primera fase de adiestramiento por parte de los militares españoles, y que el Gobierno pretende finalizar por completo a principios del año próximo con la instrucción, en total, de unos 2.000 militares afganos. El objetivo global de la ISAF es formar a 40.000 hasta esa misma fecha.