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Elecciones EEUU Trump anuncia un "tremendo litigio" para evitar la victoria de Joe Biden en las urnas

El demócrata está a un paso de ganar. Mantiene Nevada y Arizona y roza la victoria en Pensilvania y Georgia, donde se ha puesto por delante. "No tenemos ninguna duda de que cuando el recuento termine seremos los ganadores", declaró.

Donald Trump en la Casa Blanca este jueves.
Donald Trump en la Casa Blanca este jueves. EFE

Joe Biden llegó al jueves con un objetivo palmario para ser presidente: sólo tenía que mantener Arizona y Nevada y esperar a que terminara el recuento de votos. No sólo terminó el día y seguía con esos dos estados en su mano, sino que había recortado enormes distancias y ahora, incluso, se ha puesto por delante en Pensilvania y Georgia. El vicepresidente está en estos momentos a un paso de ganar las elecciones

El presidente y candidato republicano, Donald Trump, ante la debacle de su candidatura, compareció por primera vez tras la noche electoral y contraatacó: volvió a denunciar fraude electoral por estar contándose "votos ilegales", dijo, sin base alguna, y anunció un "tremendo litigio" en diversos estados para evitar la victoria de su oponente. Mientras todo esto sucedía, decenas y a veces hasta cientos de seguidores de Trump se manifestaron durante todo el día del jueves a las puertas de centros de recuento de votos sobre todo en Phoenix, Arizona, Filadelfia y Pensilvania, para reclamar unas elecciones limpias. En esta última ciudad, la policía abortó de madrugada un intento de entrar por la fuerza en un centro de votación por parte de varias personas armadas y a bordo de un Hammer. La CNN informó de que se había producido al menos un detenido en la operación.

Entretanto, el recuento sigue este viernes avanzando en Pensilvania, Arizona, Georgia y Nevada El primer estado anunció que preveía declarar un ganador en algún momento de la noche del jueves al viernes (en Washington, seis horas más en la España peninsular). De momento, tras el vuelco de este viernes, Biden tiene una ventaja de 5.587 votos sobre Trump. En cuanto a los otros tres, avisaron este jueves de que era muy probable que se fueran al fin de semana, a expensas de tener que contar el voto por correo que llegue hasta la semana que viene, en el caso de Georgia hasta el 12 de noviembre. Sin embargo, Georgia también ha registrado en las últimas horas un cambio y con el escrutinio prácticamente cerrado, Biden ha adelantado a Trump. El demócrata tiene una ventaja de solo 917 votos. En Nevada Biden aumentó este jueves su diferencia y adelanta al presidente por 11.000 votos mientras que en Arizona esa diferencia es de unos 46.000 sufragios a su favor. 

Trump volvió a reivindicar que sólo se cuenten los votos emitidos el martes

En medio de esta deriva, el presidente se aferró a su estrategia de bloqueo judicial. Desde su comparecencia en la Casa Blanca volvió a reivindicar con una argumentación rocambolesca y sin exponer prueba alguna, que sólo se cuenten los votos emitidos el martes: "Si se cuentan los votos legales, ganamos; si se cuentan los ilegales, los que llegan más tarde, nos roban las elecciones", dijo Trump, que no dudó en calificar el sistema de "corrupto" y de estar socavado por "los grandes medios, las grandes tecnológicas y el gran dinero" frente al Partido Republicano que, dijo con aplomo, es "el partido de los trabajadores".

Trump lanzó entonces una retahíla de supuestas irregularidades, pero sin concretar casos específicos, simplemente mencionando generalidades y estados donde supuestamente se habían perdido votos, no se había dejado entrar a los observadores republicanos o se habían contado sufragios que habían llegado más tarde del martes (lo cual es perfectamente legal y está autorizado por los respectivos tribunales estatales). Al final de la comparecencia no aceptó preguntas de la prensa, por lo que no se pudo obtener ninguna concreción de las denuncias que, según amenazó, "están en marcha" en sus "esfuerzos por proteger la integridad del sistema".

Hasta el momento, Trump ha emprendido acciones judiciales por fraude o para exigir el recuento de votos en Wisconsin, Michigan, Pensilvania, Arizona, Georgia y Nevada, esta última anunciada este jueves mismo. Según explicó un portavoz de su campaña en un acto en la ciudad más importante de este estado, Las Vegas, allí habrían votado muertos y personas que no viven en el estado. Aaron Ford, el fiscal general de Nevada, aseguró por la noche a la cadena ABC que no se había registrado ninguna irregularidad en el proceso de votación. "A decir verdad sólo una", dijo, "y ha sido un seguidor de Trump que ha intentado votar dos veces". De hecho, todas estas acciones, presentadas en tribunales locales o estatales, están sufriendo batacazos y han sido rechazadas ya por los jueces pertinentes en Wisconsin, Michigan y Georgia.

Y cuando han tenido éxito, apenas han logrado retrasar en minutos el recuento de votos, como sucedió en la mayor ciudad de Pensilvania, Filadelfia. Un juez estatal le dio la razón a una queja de la campaña de Trump, cuyos observadores electorales pudieron entrar en un centro de votación y situarse a una distancia de 1,80 metros de cualquier mesa que quisieran supervisar. Entre que el juez decidió el recurso y los observadores entraron en el centro en cuestión, el conteo de los votos estuvo detenido unas dos horas, según el Philadelphia Inquirer. Después, todo siguió su curso habitual.

"Esperemos que el Supremo se involucre"

Sin embargo, esta promete ser la tónica habitual a partir de ahora por parte de Trump, que disparará recursos a discreción en todos los estados que les son desfavorables. Desde su equipo empiezan a apuntar alto: la asesora legal de la campaña del presidente, Harmeet Dhillon, aseguró en una entrevista en la cadena ultraderechista Fox que están esperando que "Tribunal Supremo, corte en la que el presidente ha nombrado a tres jueces [de los nueve que tiene] actúe y haga algo. Esperemos que la jueza Amy Coney Barrett [que juró el cargo la semana pasada] lo haga".

Además de Nevada, Trump está luchando fuerte por Arizona, donde este jueves recortó varias decenas de miles de votos a Biden por llevarse más de la mitad del voto anticipado que se iba contando hasta colocarse a unos 46.000 votos del demócrata. En este caso, la demanda de la campaña del presidente tuvo que ver con la nueva teoría de la conspiración fabricada por los trumpistas: las papeletas cumplimentadas con el rotulador de la marca Sharpie no son leídos por las máquinas de conteo, un extremo que fue desmentido por las autoridades electorales y por el fiscal general del estado. En la denuncia, que afecta al condado de Maricopa, donde está Phoenix, ciudad de 1,6 millones de habitantes, el equipo de Trump pidió analizar este caso en una reunión con la jueza dentro de dos semanas, pero ésta no cayó en la trampa y fijó la vista para este viernes.

La fiscal general de Michigan aseguró que los recursos interpuestos por Trump en ese estado "no tienen base y son peligrosos"

Acaso la reacción más dura contra los intentos filibusteros de Trump para enmarañar el desarrollo del proceso electoral vino de la fiscal general de Michigan, Dana Nessel, quien aseguró que los recursos interpuestos por la campaña del presidente en ese estado "no tienen base y son peligrosos porque minan nuestra democracia y su credibilidad. Los hemos tumbado todos", añadió, "y seguiremos luchando en los tribunales si vienen otros porque defenderemos el resultado de las elecciones, que han mostrado que Joe Biden ha sido el vencedor en Michigan".

Aunque el Partido Republicano está de momento de perfil en cuanto a estas acusaciones (salvo casos excepcionales como los senadores Ted Cruz o Lindsey Graham, que dieron coba en Fox a la narrativa del presidente), empieza a haber voces en contra del mandatario, como la del senador por Utah y excandidato presidencial, Mitt Romney. "Contar cada voto está en el corazón de nuestra democracia. El proceso es a menudo largo y para aquellos que están implicados en la carrera electoral, frustrante, pero todos los votos serán contados", dijo. De un modo aún más contundente se expresó en la cadena ABC el exgobernador republicano de Nueva Jersey, Chris Christie. "Si uno va a decir todo eso detrás del atril de la Casa Blanca, está en su derecho de hacerlo pero tiene que presentar evidencias y este viernes no hemos escuchado nada sobre las evidencias", dijo.

Tensión por las concentraciones en Phoenix

Alentados por la crispación de su presidente, seguidores de Trump convocaron manifestaciones sobre todo en Phoenix, Arizona, y Filadelfia, Pensilvania. En Phoenix fue donde se vivieron las situaciones más tensas: frente a varios centros de recuento de votos se congregaron decenas de personas, algunos de ellos armados (portar armas visibles es legal en ese estado) para protestar por las presuntas irregularidades denunciadas por el presidente. Durante la mañana, un grupo de ellos amenazó con entrar en uno de los centros y tuvo que actuar la policía fuertemente armada.

En previsión de este clima encendido, Joe Biden se había dirigido a media tarde brevemente a la nación, ya con hechuras y tono de presidente, para pedir "calma". "Hay que esperar a que todos los votos estén contados, nuestro sistema de gobierno ha sido la envidia del mundo", dijo, y añadió: "No tenemos ninguna duda de que cuando el conteo finalice nos declararemos ganadores. Cuando eso suceda, Kamala Harris y yo seremos los nuevos vicepresidenta y presidente, pero que hay que estar calmados, la democracia a veces es liosa y también requiere paciencia".

Biden había comenzado el día precisamente publicando un tuit a las 8.25 horas en el que pedía: "Contad cada voto". Poco después, a las 9.12 horas, Trump pareció responder a esto vía Twitter con el mensaje opuesto: "¡Parad de contar!". Fue la manifestación palmaria de las dos maneras de afrontar el recuento en estas elecciones.

En cuanto a la carrera por el Senado y la Cámara de los Representantes, en la cámara alta ambos partidos empataban este jueves a 48 escaños (la mayoría la dan 51 puesto que el Senado tiene 100 asientos), mientras que en la cámara baja los demócratas seguían por delante por 209 y a 193 escaños (la mayoría absoluta está en los 218 diputados).

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