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EEUU investiga los negocios libios de Goldman Sachs

El banco propuso entregar 50 millones a un fondo dirigido por Gadafi como compensación por grandes pérdidas.

ISABEL PIQUER

Las autoridades reguladoras estadounidenses tratan de averiguar si el banco de inversiones Goldman Sachs y otras instituciones financieras, como la Société Générale en Francia, violaron las leyes contra el soborno al tratar con el fondo soberano libio que gestiona los ingresos del petróleo y que dirige el propio Muamar Gadafi.

La Comisión del Mercado de Valores de EEUU (Securities Exchange Comission, SEC por sus siglas en inglés) está particularmente interesada en una comisión de 50 millones de dólares que Goldman Sachs propuso al fondo libio para compensarle de las tremendas pérdidas que sufrió en 2008, cuando decidió invertir en el banco estadounidense que en aquel momento, presionado por Washington, buscaba dinero desesperadamente para elevar sus niveles de capital.

La investigación, que desveló ayer The Wall Street Journal, se centra en los 1.300 millones de dólares que el fondo libio dio a Goldman para que apostara en el mercado de divisas e invirtiera en acciones de varias instituciones (entre ellas del Banco Santander), una inversión que perdió el 98% de su valor, según averiguó el diario neoyorquino.

Los 50 millones 'en gastos de transacción' sirvieron para compensar a los libios de sus pérdidas y, sobre todo, según documentos relacionados con el caso, descargar a Goldman de todo tipo de responsabilidad legal por la increíble falta de pericia del banco a la hora de manejar los fondos, durante el colapso de los mercados por la crisis financiera.

La comisión, que no llegó a pagarse, habría acabado en manos de una firma intermediaria, Palladyne International Asset Management BV, que dirigía en su momento Mustafá Zarti, yerno del director de la compañía libia de petróleo y amigo personal de uno de los hijos del dictador, Saif al Islam Gadafi.

El hecho de que no llegara a efectuarse el pago, por el inicio de las revueltas en febrero, no exime a Goldman Sachs de una posible violación de la ley anticorrupción (Foreign Corrupt Practices Act) que prohíbe a los bancos estadounidenses ofrecer 'incentivos' a funcionarios de gobiernos extranjeros.

El banco estadounidense no es el único en haber tratado con Libia. Cuando el Gobierno de Gadafi lanzó el fondo, en junio de 2007, muchas instituciones financieras intentaron hacerse con parte de un jugoso pastel de 40.000 millones de dólares, entre ellas la Société Générale, HSBC, Bear Stearn (ahora parte de JP Morgan Chase) y el difunto Lehman Brothers. En aquella época, Libia, tras abandonar su programa nuclear en 2003, no era un paria.

El interés de la SEC no ha llegado a una investigación formal y Goldman niega haber violado cualquier ley. Société Générale y HSBC también aseguraron haber acatado todas las reglas de este tipo de tratos.

Mark Mendelson, que se encargó de aplicar la ley anticorrupción de 2005 a 2010, aseguró a The Wall Street Journal: 'Las cantidades de las que estamos hablando y el hecho de que los bancos tengan que lidiar con fondos soberanos con la ayuda de intermediarios, aumenta el riesgo' de posibles cohechos.

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