El sistema de prisiones federales de Estados Unidos ha confinado todas las cárceles del país tras una pelea entre dos bandas rivales en un centro penitenciario de Beaumont (Texas) que dejó dos reos muertos y otros dos heridos de la banda salvadoreña MS-13.

Esta medida se ha declarado ante el temor de que, bien por represalias o bien por imitación, se diesen los mismos altercados en otra cárcel del país. Por tanto, más de 120 centros penitenciarios se mantendrán confinadas por un periodo de tiempo "corto", según la Oficina de Prisiones. También la agencia gubernamental ha señalado que esta medida "de extrema precaución" será "temporal para garantizar el orden en nuestras instituciones".

El confinamiento impide que los presos puedan salir prácticamente de sus habitáculos, ni para ir a la zona de ejercicio ni a los espacios comunes. Además de la cancelación de todas las visitas.

Segunda ejecución por pena de muerte en el año

Entre esas cárceles confinadas se encuentra la prisión de Holman (Alabama) en la que el pasado jueves falleció tras recibir la inyección letal Matthew Reeves, un hombre negro de 43 años. El hombre no pronunció unas últimas palabras y se negó a comer en todo el día.

La abogada de Reeves en la defensa ante el Tribunal Supremo intentó detener la ejecución aludiendo a que el preso tenía una discapacidad intelectual y no le dieron la ayuda necesaria para decidir cómo morir cuando le dieron la documentación en 2018 para cambiar el método por el que se le ejecutase. En este caso, la mayoría conservadora del Supremo estadounidense se negó a suspender la pena capital.