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Disminuye el número de ejecutados por pena de muerte

Los datos de Amnistía Internacional sobre el número de ejecuciones en el último año son alentadores. Sin embargo, todavía queda mucho que hacer en favor de los derechos humanos.

BELÉN ALARCÓN

Muy poco a poco, el largo camino hacía la abolición de la pena de muerte parece recortarse. En los últimos diez años 31 países han eliminado la pena capital de su ordenamiento jurídico. Eso no ha evitado que, en 2010, 527 personas fueron ejecutadas, cifra que supone un descenso respecto al año anterior, en el que como mínimo se produjeron 714 ejecuciones. No obstante, no hay que olvidar que, pese a la 'mejora' si se comparan estos datos, 17.833 personas esperan su momento en los corredores de la muerte de todo el mundo.

Según el informe elaborado por Amnistía Internacional sobre las condenas a muerte y ejecuciones en el año 2010, la tendencia durante la última época es más abolicionista que ejecutora, por lo que los países que siguen utilizando estos métodos de castigo se están quedando cada vez más más aislados en el conjunto mundial. 

Pese a esta tendencia en la que 31 países en los últimos diez años han dicho 'no' a la privación de la vida como castigo penal, siguen existiendo otros que contribuyen a que las cifras de ejecutados todavía sean alarmantes, por mucho que la tendencia sea a la baja. 

Así, los grandes ejecutores de esta práctica son países como China, Arabia Saudí, Estados Unidos, Japón (los cuatro forman parte del G20) Irán, Libia o Yemen, quienes vulneran las normas internacionales en derechos humanos permitiendo la pena de muerte. Los métodos más utilizados por estos países ejecutores son la decapitación, electrocución, ahorcamiento, inyección letal y el arma de fuego. 

A la cabeza de esta lista se encuentra China, país que por sí solo suma más condenas y ejecuciones que el resto juntos, suponiendo miles de personas en total. Además, la tendencia a utilizar la pena de muerte como castigo en este país se justifica incluso ante actos no violentos y tras procedimientos que no cumplen las normas internacional sobre justicia procesal. 


El derecho internacional identifica una serie de crímenes que están considerados como 'graves', normalmente aquellos relacionados con el asesinato, el exterminio, la esclavitud, la tortura, la violación, etc. Además, tanto las normas internacionales de derechos humanos así como los organismos de la ONU que se encargan de la protección de los mismos, sostienen que la pena de muerte tiene que ser el objetivo último. 

Sin embargo, durante el año 2010 se aplicaron penas de muerte que no tenían esa consideración. Así, muchas personas fueron ejecutadas por delitos relacionados con tráfico de drogas, fraudes económicos, adulterio y blasfemia, delitos considerados 'menores'. Países como Arabia Saudí, China, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irán, Laos, Libia, Malaisia, Tailandia y Yemen no dudaron en aplicar la pena de muerte para un alto porcentaje de delitos relacionados con las drogas, incumpliendo las normas internacionales.

En algunos países, la cualidad de ser menor no supone una excepción a la pena de muerte. Durante el último año se han condenado a jóvenes que todavía no habían cumplido los 18 años. Algunos de los casos más escalofriantes se ejemplifican en países como Irán, donde se ejecutó a un menor en el mismo momento de cometer el delito. 

Otros, como Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos o Pakistán, tampoco respetaron las directrices internacionales y condenaron a muerte a personas cuando todavía eran menores de edad. 

El balance respecto a la pena de muerte durante este último año, pese a presentarse en resumen de manera favorable a la abolición, también deja algunos datos poco esperanzadores. 

En ese sentido, en algunos países donde las ejecuciones no se había producido desde años atrás, en el último se han visto reanudadas. Es el caso de Bahrein, Bielorrusia, Guinea Ecuatorial, Palestina, Somalia o Taiwán.

Una de las modificaciones legales más alarmantes tiene lugar en Uganda, donde la pena de muerte se podría imponer por razones homófobas. En caso de adoptarse un proyecto de ley contra la homosexualidad, esta quedaría penada con la muerte. 

Afortunadamente, algunas modificaciones en sentido favorable a la erradicación de esta pena también han tenido cabida durante el último año. En Estados Unidos, por ejemplo, el número de penas de muerte ha disminuido un 70% desde mediados de los 90. Además, este mismo mes de marzo el estado de Illinois abolió la pena capital , siendo el 16º estado que cumple con ese cometido. 

En el caso de China, el país que más condenas y penas de muerte lleva a cabo, se ha producido una suspensión de la misma para delitos económicos, como el fraude y algunos tipos de contrabando y robo.

Además, en Afganistán, Brunéi, India, Indonesia, Laos, Maldivas, Myanmar, Pakistán, Corea del Sur, Sri Lanka y Tailandia la pena de muerte sigue activa pero en todo 2010 no se llevó a cabo ninguna ejecución. 

58 países sostienen la pena de muerte

23 de ellos llevaron a cabo ejecuciones durante el 2010.

17.833 personas están condenadas a pena de muerte.

China ha ejecutado a más personas que el resto de países del mundo.

96 países son abolicionistas para todos los delitos.

9 países son abolicionistas para delitos comunes.

34 países son abolicionistas de hecho.

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