La Comisión Nacional de Sanidad de China ha anunciado este lunes la reapertura de las fronteras y de la retirada, el próximo 8 de enero, de las cuarentenas para entrar al país. La norma lleva vigente desde marzo de 2020 y supone un adelanto para acabar con la política de covid cero. El Gobierno chino expresó a principios de diciembre que se daban las "condiciones para que el país ajustara sus medidas ante una nueva situación en la que el virus provoca menos muertes".

Los viajeros ya no tendrán que pedir un código verde de salud antes de viajar al país: solo presentarán una prueba PCR negativa realizada 48 horas antes del inicio del viaje. La Comisión ha añadido que se "optimizarán las gestiones para facilitar visados a ciudadanos extranjeros que quieran visitar China por razones de negocios, estudios, o visitas familiares", después de más de dos años en los que se ha reducido la concesión de permisos de viaje a China.

La escasez de vuelos al país en los últimos años ha generado la subida de los precios en los viajes, razón por la que han protestado los extranjeros. A raíz de ello el organismo ha hablado sobre la retirada de los límites al tráfico aéreo internacional en China. 

La CNS ha avisado que la covid pasará a ser una enfermedad de categoría B, lo que implica un control de medidas más relajadas. Medidas que son parte del nuevo Plan general sobre los controles de categoría B, en el que se añade que las autoridades sanitarias dejarán de referirse a la covid como "neumonía causada por el coronavirus" y comenzarán a usar la expresión "infección por coronavirus".

Gracias a esta nueva clasificación de la covid, las autoridades dejarán de realizar un seguimiento de los contagiados de covid y de sus contactos cercanos. Tampoco existirán las zonas de alto o bajo riesgo de acuerdo con el número de infecciones, prácticas comunes hasta la fecha.