La reunión anual del AIPAC, el lobby judío más importante de Washington, volvió subrayar el mal momento de las relaciones entre Israel y EEUU, tras el reciente anuncio del primer ministro Binyamin Netanyahu de construir nuevos asentamientos.

En su intervención ante los miles de asistentes a la conferencia, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, aseguró ayer que 'las nuevas construcciones en Jerusalén Este y Cisjordania socavan la confianza' entre palestinos e israelíes, 'ponen en peligro' el futuro de las negociaciones de paz y 'minan' el papel mediador de EEUU.

'Las dos partes deben reconocer que el status quo no ha dado resultados'

Clinton hizo hincapié en que Washington sólo puede intervenir eficazmente en el proceso si tiene la libertad de alabar a sus socios por los progresos conseguidos y de criticarlos 'por declaraciones unilaterales' que perjudican las conversaciones de paz. 'Nuestra meta es asegurar el futuro de Israel como estado judío y democrático', subrayó.

Netanyahu, que el domingo reiteró la intención de su Gobierno de seguir construyendo viviendas en los territorios ocupados, cenó anoche con el vicepresidente Joseph Biden, el mismo al que 'humilló' en su viaje a Israel al anunciar nuevos asentamientos, y debe entrevistarse hoy con Barack Obama en la Casa Blanca.

'Un Irán nuclear desataría una carrera armamentística en la región'

'Las dos partes deben reconocer que el status quo de la última década no ha producido resultados ni defendido sus intereses', afirmó Clinton.

El status quo también paraliza la otra gran preocupación de EEUU en la zona: Irán. Complica sus esfuerzos para forjar un frente unido contra el programa nuclear iraní, añadió Clinton. .

La secretaria de Estado recabó los mayores aplausos cuando tuvo palabras duras contra el régimen de Teherán. 'Un Irán nuclear envalentonaría su clientela terrorista y podría desatar una carrera armamentística que podría desestabilizar la región. Es inaceptable para Estados Unidos, inaceptable para Israel e inaceptable para la región y la comunidad internacional', proclamó Clinton.