El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en el marco de un evento para la reactivación del sector turístico en el país, ha pedido a sus ciudadanos que "tienen que dejar de ser un país de maricas" y "dejar de huir de la realidad" en relación a los sectores que alertan sobre las consecuencias de la segunda ola de la pandemia de coronavirus.

"Dijeron: 'quédense en casa, que la economía se recuperará', pero os hundieron a todos", ha manifestado. Y ha criticado a aquellos que "amedrentan" avisando sobre esta segunda ola de la covid-19, que considera una cuestión "sobredimensionada". "Hay que enfrentarlo, es la vida", ha asegurando intentando minimizar los daños provocados por el virus. 

El mandatario de extrema derecha se ha quejado de que "todo ahora es pandemia" y considera que "hay que acabar con esta situación" priorizando la economía a la salud. "Lo siento por los muertos, todos nos moriremos algún día, pero de nada sirve huir de la realidad". También ha aprovechado el acto para lanzar críticas a la prensa después de sus polémicas declaraciones: "Mira, qué plato lleno para la prensa, plato lleno para los buitres". 

Pese las declaraciones negacionistas de su máximo mandatario, Brasil se enfrenta ya a la segunda ola de la pandemia y el número de muertos e infectados es uno de los más elevados del mundo. El país cuenta con alrededor 163.000 fallecidos y 5,6 millones de casos infectados. De hecho, el pasado 11 de agosto, Brasil registraba una cifra de 103.000 fallecidos por coronavirus. Por lo tanto, con el inicio de la segunda ola, el país ha perdido a prácticamente 60.000 personas en tan solo tres meses, con un promedio diario de 657 fallecidos.