El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, acompañado por su vicepresidenta, Kamala Harris, y el secretario de Estado, Antony Blinken, ha declarado este viernes en una rueda de prensa desde la Casa Blanca que la evacuación desde Kabul es "una de las más grandes y más difíciles de la historia", debido al caos en el aeropuerto de la capital afgana, desde donde miles de personas están tratando de huir del país. 

Biden ha querido destacar el "enorme" desafío logístico que supone la misión y ha declarado que van "a hacer todo lo posible, todo lo que podamos para ofrecer una evacuación segura a nuestros aliados y socios afganos, así como a los afganos que puedan ser perseguidos por su relación con EEUU", pues el Presidente ha sido criticado estos días después de haber ofrecido una salida segura que no se ha cumplido. 

Además, Biden ha asegurado que las fuerzas de norteamericanas sacarán de Afganistán a todos los estadounidenses que quieran regresar a casa. 

Desde la Casa Blanca también insisten en la necesidad de concentrar la presión internacional sobre los talibanes respecto al trato que dan a los afganos, en particular, a las mujeres y niñas. 

Coordinar un "enfoque unificado"

Mientras continúan las evacuaciones desde Afganistán, el presidente norteamericano, cuyo país ha sacado de allí a unas 13.000 personas desde el 14 de agosto, ha convocado una "reunión especial"  del G7 la próxima semana sobre Afganistán. 

El objetivo de esta reunión es coordinar un "enfoque unificado" en lo que a la situación afgana se refiere, como ya habían acordado que precisaban los ministros de Exteriores del grupo en el encuentro que han mantenido esta semana ante la caótica retirada de las tropas del país asiático.