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Los autoritarismos y la hipocresía de los países democráticos erosionan los derechos humanos, según HRW

La organización analiza la situación en casi cien países del mundo y destaca el retroceso en derechos humanos en países totalitarios mientras las democracias miran para otro lado en aras de sus propios intereses.

El presidente de EEUU, Joe Biden, saluda al príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman.
El presidente de EEUU, Joe Biden, saluda al príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman. Reuters

"Las crisis de derechos humanos no surgen de un momento a otro", recuerda Tirana Hassan, directora ejecutiva en funciones de Human Rights Watch, la organización internacional que este jueves presenta su informe mundial sobre la cuestión en 2023. Se trata de un amplio trabajo que analiza anualmente el avance o retroceso en derechos humanos en casi cien países, y las conclusiones no son buenas.

"Los gobiernos que no cumplen con sus obligaciones legales de proteger los derechos humanos en su territorio siembran las semillas del descontento, la inestabilidad y, en última instancia, las crisis. Si no se les pone freno, las acciones aberrantes de los gobiernos abusivos se incrementan", asevera Hassan, quien añade que "hacer caso omiso de las violaciones de derechos humanos conlleva un alto costo, y no deben subestimarse los efectos en cadena".

El informe aborda la erosionada situación interna en Rusia, su invasión de Ucrania, la falta de libertades y persecución de minorías en la autoritaria China, la brutal represión de las protestas en Irán o el brutal retroceso en el Afganistán de los talibanes. Pero también critica el "cinismo" de líderes de países democráticos que negocian con estos "gobiernos abusivos" por intereses a corto plazo, obviando las violaciones de derechos humanos que cometen.

Ejemplo más contundente es el del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, saludando al príncipe heredero saudí, Mohammed Bin Salman, para tratar de llegar a acuerdos que contengan el alza de los precios del petróleo. Un encuentro criticado no solo por la escasez de libertades del país árabe, sino también por el secuestro y asesinato del periodista Jamal Khashoggi en la embajada saudí de Estambul en 2021. No es el único ejemplo del doble rasero de EEUU.

"El gobierno de Biden, a pesar de que en su retórica prioriza la democracia y los derechos humanos en Asia, ha moderado las críticas sobre los abusos y el creciente autoritarismo en India, Tailandia, Filipinas y en otros lugares de la región por motivos de seguridad y económicos, en vez de reconocer que todos estos problemas están relacionados", apunta el informe.

También señala la hipocresía o doble moral de Europa ante la acogida de millones de refugiados ucranianos mientras ponen obstáculos a la recepción de ciudadanos sirios, afganos, palestinos, somalíes y otras personas que buscan asilo.

Ucrania como ejemplo

"La temeridad de Putin se debe, en gran medida, a que desde hace tiempo ha podido actuar libremente con impunidad", expone el informe, que recuerda que los asesinatos de civiles en Ucrania, como la matanza de Bucha o los bombardeos contra Mariúpol, ya vinieron precedidos por el apoyo militar ruso al régimen sirio de Al Assad en 2015. 

La condena, el aislamiento y las sanciones económicas y diplomáticas fue casi unánime entre la comunidad internacional tras la invasión rusa y demostró que "es posible" obligar a rendir cuentas y ofrecer protección a los civiles. Pero HRW apunta que "los gobiernos deben reflexionar sobre cuál sería la situación si la comunidad internacional hubiera actuado en forma coordinada para que Putin rindiera cuentas mucho antes", como por ejemplo, cuando comenzó la guerra en el Donbás ucraniano en 2014.

Irán, represión "excesiva y letal"

Según la organización, hasta el pasado noviembre, diversos grupos de derechos humanos investigaban la muerte de al menos 341 personas que participaban en las protestas en Irán, entre ellas, 52 niños.

El país islámico vive una oleada de movilización y enorme represión a raíz de la muerte en septiembre de Mahsa Amini a manos de la policía de la moral por llevar mal puesto el velo. "Cartuchos, rifles de asalto y armas de fuego" fue la respuesta "excesiva y letal" del gobierno de los ayatolás a unas manifestaciones "mayormente pacíficas y a menudo abarrotadas".

A esto hay que sumar el encarcelamiento de cientos de personas "bajo cargos injustificados" y 16 condenas a muerte (cuatro de ellas ejecutadas) tras juicios sumarios. "Con represión masiva, elecciones no libres, la corrupción y mala gestión aparentes, la autocracia iraní gobierna con lo que le queda: la fuerza bruta", ha resumido la investigadora de HRW para Irán, Tara Sepehri, en el informe.

La ONG apunta que son más de 15.000 los manifestantes detenidos, sin un debido proceso y entre numerosas acusaciones de tortura. También hay detenciones de periodistas, activistas y abogados acusado de apoyar las protestas. 

Ofensiva antidemocrática en Brasil

La situación en América Latina también preocupa a la organización en un contexto electoral con cambios importantes de gobierno y con nuevas citas con las urnas durante los próximos años. El informe apunta que la situación de los derechos humanos en la región afronta unos de los "peores panoramas de los últimos años", con un "gravísimo deterioro del Estado de derecho" en varios países y "ataques directos y frontales contra sistemas electorales, contra el Poder Judicial, contra la prensa independiente y la sociedad civil". Además se suma a "problemas crónicos" de la zona como la inseguridad, la corrupción, la pobreza, la desigualdad y la crisis climática.

Destacan el caso de Brasil, asolado por el desprestigio de las instituciones democráticas que ha llevado a cabo el expresidente Jair Bolsonaro durante su mandato. El asalto violento de las instituciones en Brasilia de la pasada semana ha sido, en opinión de HRW, el resultado de este deterioro.

Bolsonaro "promovió una campaña de insultos e intimidación contra los jueces del Supremo Tribunal Federal e intentó minar la confianza en el sistema electoral, diseminando alegaciones infundadas de fraude electoral", explica. Una estrategia muy similar a la utilizada por Donald Trump en Estados Unidos.

Afganistán, agujero negro para las mujeres

El informe pone especial atención al borrado total de la mujer en Afganistán tras la vuelta de los talibanes al poder. En dos años se ha restringido la educación de las niñas, el acceso a la universidad de las mujeres, prohibición de trabajar y una eliminación física de su presencia en el espacio público.

Todo ello va unido a una represión generalizada y al encarcelamiento de periodistas por cubrir la crisis económica y humanitaria que vive el país o mostrar críticas al gobierno talibán", resume la investigadora de HRW para Afganistán, Fereshta Abbasi.

"Más del 90% de la población afgana padeció inseguridad alimentaria durante todo el año", señala, lo que afectó especialmente a las mujeres y niñas a las que se les impuso restricciones para trabajar. "Las autoridades talibanes deben cumplir con sus obligaciones legales internacionales y permitir que las mujeres y las niñas aprendan, trabajen y se muevan libremente", ha pedido Abbasi.

HRW también destaca en los posibles asesinatos sumarios ejecutados por los talibanes. El año pasado dirigió una investigación sobre decenas de cuerpos encontrados en fosas y, según apunta, los habitantes de la provincia de Nangahar "continuaron encontrando cadáveres, que se creía que eran detenidos del Estado Islámico que los talibanes habían ejecutado en secreto", recordó HRW. El mismo tiempo, en la provincia afgana de Kandahar, se descubrieron dos fosas comunes que se creen que son previas a la vuelta de los talibanes al poder, aunque no hay investigación al respecto.

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