La artillería siria reanudó los bombardeos, por quinto día consecutivo, sobre ciertos barrios de Homs bajo control de los rebeldes mientras algunos tanques penetraron tímidamente en la zona de Inshaat y se aproximaron a Baba Amro, según denunció la oposición. Este vecindario ha sido uno de los que más ha sufrido los intensos bombardeos de los últimos días, debido a que, desde hace ya varias semanas, se refugian en él miembros del Ejército Sirio Libre (ESL) formado por desertores.

Activistas de la oposición cifraron entre 70 y 100 los muertos durante la jornada, la mayoría en Homs, y definieron como crítica la situación en la localidad balneario de Zabadani, al oeste de Damasco, muy cerca de la frontera con Líbano. Allí la artillería bombardeó posiciones de los rebeldes, que se han hecho fuertes en el interior de Zabadani, donde murieron una veintena de personas.

El servicio en árabe de la BBC confirmó que, en Homs, el cuartel general del ESL se encuentra en Baba Amro, y que los rebeldes siguen dominando entre otros los barrios de Jalidiya, Bayada y Wadi Arab. Tanques del Ejército se aproximaron durante el día a estos últimos, pero anoche parecía como si los militares no se hubieran decidido a dar el asalto final.

Un corte eléctrico en un hospital podría haber matado a diez bebés

Según Rami Abdelrahman, del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que tiene su base en Londres, entre las víctimas hay tres familias completas de cinco, siete y ocho miembros que murieron durante los bombardeos sobre Homs.

Algunos hospitales se quedaron sin electricidad y carecen ya de suministros y medios para poder atender a los numerosos heridos. A muchos de ellos se les atiende en sus propias casas, ya que no se atreven a desplazarse a los hospitales por miedo a ser detenidos en el camino. Los activistas dijeron que una decena de bebés que estaban en incubadoras fallecieron al interrumpirse el fluido eléctrico en uno de los hospitales.

Rusia insiste en abrir un diálogo entre las partes, aunque la oposición siria, con el apoyo de Occidente y de la Liga Árabe, lo rechaza. Algunos observadores consideran que, si Washington presionara para forzar el diálogo con el régimen, la oposición podría dar un paso en esa dirección.

El primer ministro Vladimir Putin subrayó que Rusia está obrando de buena fe en la crisis, y denunció que 'un culto a la violencia ha saltado a primera línea en los asuntos internacionales durante la pasada década', en una clara alusión a la política exterior de Estados Unidos desde los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Por su parte, Turquía manifestó su intención de organizar una conferencia internacional en su suelo donde se discutirían posibles soluciones al conflicto. El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, envió a su titular de Exteriores a Washington para intentar reclutar a la secretaria Hillary Clinton. Erdogan también mantuvo una conversación telefónica con el presidente ruso, Dmitri Medvédev. El mandatario recalcó que Rusia se opone a cualquier tipo de intervención foránea en Siria.

Bruselas descarta estar estudiando armar a los rebeldes sirios

Mientras tanto, la Unión Europea se prepara para un conflicto 'que puede prolongarse en el tiempo', en palabras de un alto funcionario comunitario. Los 27 preparan nuevas sanciones contra el régimen de Al Asad, entre ellas 'la prohibición de importar fosfatos, oro y metales preciosos'. Además, los ministros de la UE planean bloquear las actividades del Banco Central sirio.

Las decisiones, de tomarse, se adoptarán en la reunión de ministros del próximo 27 de febrero. Hasta entonces, la UE está poniendo en marcha 'planes de contingencia por si es necesario evacuar a los ciudadanos europeos'. La jefa de la diplomacia, Catherine Ashton, ha anunciado que no retirará al embajador europeo en Damasco, a pesar de que media docena de países, entre ellos España, han llamado a consultas a los suyos. 'Seguimos optando por la vía de la negociación política y no nos iremos entre otros motivos porque la oposición nos lo pide'.

El apoyo a la oposición al régimen no pasará, sin embargo, por el mecenazgo militar de la resistencia. 'Queremos evitar una guerra civil y precisamente por eso no tomaremos esa medida', aseguró el alto funcionario, que niega contactos con la OTAN para el rearme de la oposición. La UE también descarta 'un embargo aéreo, como en Libia, que ha sentado un precedente que no pocos países árabes no quieren repetir', aseguró.