El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer que el proceso parlamentario para aprobar la reforma laboral debe hacerse lo más rápidamente posible. Por ello, se mostró partidario de trabajar en julio y agosto si es necesario.

Tras su reunión con el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, Zapatero dijo que todas las reformas laborales se han tramitado como proyecto de ley incluso cuando tenían menos envergadura que la actual.

Mientras, el PP está dispuesto a no obstaculizar la convalidación y posterior tramitación urgente como proyecto de ley del decreto. Así lo puso ayer de manifiesto el secretario general del Grupo Parlamentario Popular, José Luis Ayllón. Según anunció, el PP no 'obstaculizará la agilidad' del Parlamento para tramitar con urgencia como proyecto de ley el decreto. Se trata de algo que requeriría un acuerdo unánime de la Mesa del Congreso para poner en marcha un calendario de comisiones y plenos para el debate de las enmiendas, informa EP.

Desde Melilla, el líder del PP, Mariano Rajoy, volvía a mostrar su disposición a 'negociar' la reforma laboral siempre y cuando el Gobierno acepte cosas 'razonables'.

Por su parte, IU dejó ayer claro que no piensa colaborar para una tramitación 'exprés' de la reforma laboral. A juicio del diputado de la formación, Gaspar Llamazares, con ello, el Gobierno pretende convertir al Parlamento en 'un esquirol' y 'abortar' de este modo la huelga general de septiembre.

Desde CiU, su presidente, Artur Mas, explicó que hasta el martes su grupo no desvelará el sentido de su voto, pero 'en el caso de que el decreto se apruebe' facilitarán 'que se tramite como proyecto de ley'.