El vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, defendió el trabajo de las fuerzas de seguridad en las movilizaciones firmadas por el movimiento 15-M y garantizó que la Policía mantendrá la misma actitud ante la manifestación convocada en Madrid mañana domingo. 'Lo están haciendo muy bien y así va a seguir siendo', aseguró.

Ante la previsión de una multitudinaria asistencia ciudadana a la convocatoria de los indignados, Rubalcaba evitó detallar qué dispositivo especial de seguridad se ha dispuesto para garantizar el desarrollo pacífico de la marcha y apuntó únicamente dos principios genéricos: 'Prudencia y firmeza'.

Estos serán los 'dos pedales' de la actuación policial, según señaló. Combinados, ambos elementos tomaron forma de advertencia en palabras de Rubalcaba: 'Si la manifestación se desarrolla pacíficamente, se actuará con prudencia; si alguien lo quiere hacer mal, se recurrirá a la firmeza'.

El operativo policial que se desplegará alrededor del19-J, será 'proporcionado y siempre ajustado a la legalidad', se limitó a apuntar el responsable de Interior en una rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros casi monopolizada por el 15-M.Rubalcaba reiteró su confianza en que nada 'transcurra mal' en el desarrollo de la marcha.

Aséptico y evitando el cuerpo a cuerpo partidario,el número dos del Ejecutivo salió al paso de algunas críticas 'esperadas' vertidas contra su departamento por parte del PP, de manera indirecta también contra él o las fuerzas de seguridad en paralelo a las movilizaciones del 15-M.

Valencia ilustró su argumentación. La exhibición cívica ofrecida el jueves durante la investidura como president del imputado Francisco Camps enmarcó el ejemplo. La actitud de los indignados valencianos en silencio y mostrando tarjetas rojas a los parlamentarios redujo a la Policía a la invisibilidad y cosechó el aplauso 'no sólo del Gobierno', según Rubalcaba.

El número dos del Ejecutivo recordó que el presidente de Les Corts, Juan Cotino, felicitó en una comisaría a los agentes que garantizaron el desarrollo de la sesión parlamentaria sin incidentes cuando concluyó la investidura.

Sobre los incidentes vividos un día antes en Barcelona, el titular de Interior se administró con especial cautela, recordando que el reparto de competencias de seguridad en Catalunya excluye a la Policía y la Guardia Civil de intervenir en cuestiones de orden público.

Rubalcaba admitió que sucesos como los del Parlament no ofrecen 'una buena imagen', aunque evitó elevarlos a categoría de drama, desligándolos, por ejemplo de cualquier influencia en la actual coyuntura económica del país.

El número dos del Ejecutivo evitó recalentar el 19-J con declaraciones altisonantes refugiado en el desapasionamiento. A su juicio, el 15-Mno amenaza con abrir 'una fractura social', como le planteó un periodista. 'Hay gente que le gusta más, a otros menos. Hay que trabajar con prudencia y firmeza, y luego los partidos tendrán que hacer sus reflexiones' ¿En qué línea? 'Este no es el sitio', se excusó, protegido por la mesa que preside la sala de prensa de Moncloa.