El electorado andaluz ha retirado gran parte de su confianza en José Luis Rodríguez Zapatero, que ha tenido hasta la fecha en esta comunidad y en Catalunya sus dos principales caladeros de votos. La encuesta del Instituto de Estudios Sociales Andaluces (IESA), la primera oficial que pronostica la victoria del PP-A, revela una intención declarada de voto del 29,9% para el PP, frente al 28,4% del PSOE y el 5,1% de IU, si las elecciones generales fueran mañana. Rajoy lleva ya meses liderando las encuestas nacionales.

La pasada semana se hizo público el Observatorio de Opinión Pública de Andalucía de 2009, que provocó un gran terremoto político en Andalucía al asignar al PP una estimación de voto del 43,2%, frente al 41,6% del PSOE, con lo que por primera vez una encuesta contrastada daba mayoría a los conservadores en el gran feudo electoral del socialismo. Dicha estimación se alcanza mediante el tratamiento estadístico de todas las respuestas, y es un pronóstico general. Es decir, el IESA no especifica en el estudio si se trata de un cálculo para las autonómicas o para las generales. 

Pero el sondeo oficial va más allá. En los datos pormenorizados del estudio, que el IESA ha hecho públicos ahora, sí que están explícitamente incluidas en el cuestionario dos preguntas: 1) ¿A qué partido votaría mañana de celebrarse las autonómicas? 2) ¿A qué partido votaría mañana si se celebrasen las generales? Las respuestas a la primera pregunta suponen un empate entre los dos grandes partidos. Tanto PSOE como PP obtienen el 28,7% en intención declarada de voto (que no es lo mismo que estimación de voto, que es el cálculo aproximado de lo que pasará en las urnas, y que son datos cocinados) .

Tanto PSOE como PP obtienen el 28,7% en intención declarada de voto

Empate de Griñán y Arenas

Esto se traduce en que José Antonio Griñán, presidente de la Junta, y Javier Arenas, líder del PP-A, están empatados. Un dato llamativo, teniendo en cuenta que el 9 de marzo de 2008, en las autonómicas, Manuel Chaves derrotó en las urnas a Arenas por 48,4 frente a 38,5 puntos, una ventaja que se tradujo en 56 parlamentarios, uno por encima de la mayoría absoluta, frente a los 47 del PP y los seis de IU.

Pero si el desgaste que el sondeo detecta en la jefatura del Gobierno andaluz es serio, más aún lo es el de Zapatero. Si las elecciones se celebrasen mañana, sólo lo votaría el 28,4% de los andaluces, según la intención declarada que recoge el sondeo oficial. A Rajoy, el 29,9. Un punto y medio de ventaja. Puede parecer que no es mucha diferencia, pero el vuelco es considerable.

Andalucía ha apoyado mayoritariamente a Zapatero desde 2004, cuando lo votó el 52,9% del electorado de la comunidad, frente al 33,7% que eligió al PP. En 2008 el apoyo sufrió una merma, pero se mantuvo una nítida preferencia por Zapatero: 51,9% del PSOE frente a 38,2% del PP y 13,7 puntos de ventaja. Los socialistas andaluces aportaron 38 diputados al Congreso, frente a 23 del PP.

Fuerte y rápido ascenso

El punto y medio que ahora Rajoy saca a Zapatero no puede trasladarse a la estimación de voto (fuentes del IESA aclaran que no se ha realizado dicha conversión, que requiere del examen de múltiples variables), ni por tanto inferir que el PP ha remontado esos 13,7 puntos. Lo evidente es que el sondeo revela un fuerte y rápido ascenso de la intención de voto al PP en las generales.

La intención de voto declarada por los encuestados también permite hacer una clara distinción por provincias según a qué partido apoyan mayoritariamente sus electores. Cuatro de ellas se decantan, tanto en autonómicas como en generales, por el PSOE (Huelva, Sevilla, Córdoba y Jaén), mientras otras cuatro lo hacen por el PP (Cádiz, Málaga, Granada y Almería).

El PP sólo fue el partido más votado en las autonómicas en Almería, y en las generales tan sólo batió a los socialistas en Almería y en Málaga. Ahora amplía su ventaja en Almería (donde en las generales supera ya en intención de voto al PSOE en 17 puntos) y en Málaga, cobra ventaja en Granada y Cádiz y recorta distancias en el resto.

No obstante, la intención declarada de voto sugiere que los socialistas mantienen un amplio dominio en Sevilla, Jaén y Huelva, y más ajustado en Córdoba, tanto en las autonómicas como en las generales.